Juan Carlos Orellana, presidente de Asociación de Funcionarios Penintenciarios de Gendarmería, pidió que el penal de Punta Peuco no sea cerrado, sino que sea transformado en una "cárcel tradicional".
En esta línea, indica que los internos cuentan con algunos privilegios, pero que éstos "no son los que antiguamente estaban en el penal".
"Creemos que el gobierno no puede darse el lujo de cerrar una cárcel. Sí estamos de acuerdo con que terminen con privilegios y que esa cárcel ayude a descongestionar otras donde hay hacinamiento", dijo Juan Carlos Orellana.
En este sentido, complementa con que "por qué no llevar a ese espacio físico a internos en estado terminal, a internos que son adultos mayores, a internos que son discapacitados".
Respecto a los privilegios con los que cuentan los reclusos, explica que tienen que ver con visitas extraordinarias autorizadas por la jefatura y que "por el hecho de que tienen otro estándar de vida tienen una mejor alimentación, la misma visita les lleva alimentación".
