El presidente del directorio de la Fundación Avanza Chile, Andrés Chadwick, analizó el impacto que ha tenido la irrupción de Ricardo Lagos en la carrera presidencial y respaldó la decisión de Sebastián Piñera de zanjar una eventual candidatura en marzo de 2017.
Esto ante las voces al interior de Chile Vamos que apuntan a apurar una definición de Piñera en el nuevo escenario político. El presidente de RN, Cristián Monckeberg, había declarado que “todos sabemos que está evaluando su candidatura presidencial, pero también sabemos que esperar hasta marzo es bastante poco probable”.
Para el ex ministro del Interior "la presencia del ex presidente Lagos era algo que estaba sobre la mesa, además estaba en todas las mediciones. Lo vemos por una necesidad interna frente a su conglomerado, por una necesidad de tener que, frente a la mala evaluación que ha tenido en las encuestas, dar la impresión de que ante una candidatura la opinión pública le responde de forma distinta".
En este sentido, agrega que "el ex Presidente Piñera ha planteado (su definición) para marzo y está bien dentro del itinerario o las circunstancias que se han dado en este momento. Él quiere legítimamente reflexionar, evaluar si una candidatura presidencial puede ser útil y necesaria en la perspectiva del país".
Además, complementó con que "esa reflexión no tiene que ver con mirar por el lado para ver con quién competir, sino con el sentido de poder presentar una candidatura".
¿Cambio de rumbo o continudad?
Por otro lado, Andrés Chadiwick plantea que en este escenario político "oaquí hay un sector del país que busca un gobierno que encabece un cambio de rumbo o bien, va a haber una candidatura o sector que prefiera una cierta continuidad".
En esta línea explica que "no sabemos qué piensa el ex presidente Lagos, él habla de continuidad, pero Jorge Burgos, que es muy cercano a él, pone el dilema y plantea el cambio de rumbo. La pregunta es obvia, ¿qué representa lagos? ¿Cambio de continuidad o cambio de rumbo?".
En esta línea, reconoce que para Piñera es más peligroso que Ricardo Lagos adopte una posición de "cambio de rumbo, en el sentido de que la inmensa mayoría del país expresa aquello. Hay un buen ejemplo de que cuatro de cada cinco chilenos señalaba en 2014 que el país iba por buen rumbo, hoy cada cuatro de cada cinco plantea que vamos por mal rumbo".
"Sí Lagos dice que quiere un cambio rumbo puede tener una mayor recepción ciudadana, pero tendrá un conflicto mucho más grande en la Nueva Mayoría. Si quiere continuidad, tendrá dificultad en la opinión pública pero se le facilitará una coalición que lo respalda", explicó.