"El obispo Juan Barros tendrá que juzgar él mismo cómo situaciones tan lindas como las que se vivieron ayer terminaron empañadas".
Así lo afirmó el provincial de los jesuitas, Cristián del Campo, al abordar en Tele13 Radio la polémica por la presencia del obispo de Osorno -quien es acusado de encubrir los abusos sexuales de Fernando Karadima- en las actividades oficiales del Papa Francisco en Chile.
Del Campo agregó en "Mesa Central" que "yo lamento mucho lo que pasó. Me parece que fue un evento maravilloso, una prédica sencilla, pero lamentablemente todo quedó opacado por el tema del Obispo Barros".
"Lo mismo con la cárcel, que yo creo que es como para grabarlo y mostrarlo en los colegios y otras instituciones. Fue un evento donde estaba en primera fila la Presidenta de la República, con una dignidad, con una altura; sin ser una persona creyente", remarcó.
El provincial de la Compañía de Jesús abordó el encuentro que sostuvieron anoche los representantes de la orden con el Pontífice en el santuario del padre Hurtado.
Consultado sobre si se habló de los casos de abusos al interior de la Iglesia, por los cuales Francisco pidió perdón, Del Campo afirmó que "no hablamos de eso. No nos parecía que en un espacio un poco más descansado, en familia, se toquen temas que requieren muchísimo más tiempo y profundidad".
Eso sí, reconoció que se hicieron gestiones para evitar que miembros de la orden cuestionados por su presunta vinculación con abusos se restaran del evento, "en virtud de prudencia".
En relación a las declaraciones de personeros jesuitas como Felipe Berríos y Fernando Montes contra la presencia de Barros en los eventos del Papa, Del Campo afirmó: "No creo que Felipe o Fernando lo hayan criticado a el, lo que han hecho es decir que el Papa en ciertas ocasiones se puede equivocar. No todo lo que dice el Papa es infalible".