La noche del jueves el Congreso peruano decidió a último minuto, y por solo nueve votos, no destituir al presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) por una acusación de "incapacidad moral" tras verse salpicado por el escándalo de Odebrecht.
"El tema de fondo es que no había una razón verdaderamente poderosa, es una moción muy difusa. No hay un delito y eso primó en el ánimo de muchos congresistas", señaló en Tele13 Radio el periodista peruano, Álvaro Vargas Llosa.
La moción que provocaría su caída por "permanente incapacidad moral" necesitaba 87 votos para avanzar, pero solo logró 79. Finalmente fue la izquierda quien lo salvó y un grupo de 10 fujimoristas que decidieron abstenerse y que mostraron la división entre Keiko Fujimori, quien abogaba por destituir a PPK, y su hermano Kenji, quien pretendía mantenerlo en el poder para buscar un indulto a su padre.
"En este proceso pasó por primera vez la división del fujimorismo, también se vio la división de la izquierda dura", agregó Vargas Llosa.
Sin embargo, el escenario continúa siendo frágil para Kuczynski. Inició su mandato con una victoria por el mínimo y sólo cuenta con 18 diputados fieles en el Congreso.
"Es una bancada frágil y sin liderazgo. Además está el temperamento del presidente, Se le adjudica que fue demasiado débil", finalizó.