Continúa la investigación en torno a la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay ocurrida en enero de 2013.
Este viernes la Fiscalía del Ministerio Público pidió presidio perpetuo calificado para diez de los 11 imputados, incluida la machi Francisca Linconao. Para José Peralino, se pidieron diez años ya que colaboró con la investigación.
Los comuneros van a ser formalizados en esta causa que fue confirmada por el propio fiscal que lleva el caso, Alberto Chiffelle, quien anunció una nueva formalización –para el 31 de agosto- por los delitos de incendio con causa de muerte y ataque terrorista.
Sobre esta investigación conversó en Tele13 Radio 103.3 FM Jorge Andrés Luchsinger, uno de los hijos de matrimonio asesinado.
Consultado sobre la decisión que tomó la Fiscalía esta jornada, Luchsinger señaló que “para nosotros era totalmente esperable. No sabíamos que iba a ser hoy día, pero dada la gravedad de los hechos era esperable. Recordemos que los imputados están procesados por los delitos de incendio con causa de muerte y delito terrorista, los más graves que contempla el código penal”.
"Los imputados arriesgan cadena perpetua calificada y hay uno que me imagino que por la colaboración que prestó con la Fiscalía se le está acusando por tres años", agregó.
¿Será posible que se condene a todos los imputados? “Primero, no se ha reabierto el caso, la audiencia se fijó para el 31 porque algunos de los abogados defensores están pidiendo algunas diligencias que todavía no se ha efectuado", aclaró Jorge Andrés Luchsinger .
"Esperamos que si llegara a decidirse la reapertura sea con un plazo bien acotado y que finalmente se cierre para que empiece la preparación del juicio oral. Para todos creo que lo más razonable es que se termine pronto el juicio.
“Creo que lo más razonable es que se abra el juicio", puntualizó el hijo de los Luchsinger-Mackay.
El caso
El siniestro fue causado en enero de 2013 y consumió por completo la vivienda habitada por el agricultor Werner Luchsinger, de 75 años, y su esposa, Vivianne Mckay, miembros de una familia de origen suizo que llegaron a tener más de 1.000 hectáreas en la zona y que había sido víctima de otros ataques.
La pareja, que se encontraba sola en la casa patronal e intentó repeler el ataque de un grupo de encapuchados con disparos de bala, fue hallada completamente calcinada.