Tres de cada cuatro estudiantes de institutos profesionales y centros de formación técnica no son capaces de distinguir lo que es un producto bancario. Esa es una de las situaciones más preocupantes, dice Nicolás Preuss, director de Injuv, sobre el estudio que pone en entredicho el nivel de conocimiento de los instrumentos financieros por parte de los jóvenes.
"Estamos en un escenario mal enfocado para su desarrollo posterior", agrega Preuss, porque tampoco saben distinguir cuál es el crédito que más les conviene.
El 37%, por ejemplo, declara tener deudas a su nombre. "El 40% de los jóvenes chilenos entre 18 y 29 años tiene algún tipo de deuda. De ese 40%, el 70% tiene una deuda asociada a la educación. La primera fuente de endeudamiento es la educación superior. Cuando se discute lo referente a la educación gratuita, es un elemento que tiene que estar en discusión. El problema es que ellos no saben reconocer que tienen estos elementos financieros", añade el director de Injuv.
Nicolás Preuss alude a las casas de estudios como uno de los responsables de esta situación, porque no hay educación financiera. Además, "todos los jóvenes que entran a la educación superior acceden a una 'tarjeta inteligente', en su mayoría asociadas a un banco. Entonces, las instituciones nos dicen 'cada joven decide si la activa o no la activa', pero el problema es que le están entregando igual la información de los alumnos a los bancos", expone Preuss
La propia Injuv le ha pedido a los establecimientos de educación superior que eliminen de sus tarjetas estudiantiles los productos bancarios.