A lo largo de los 59 años de historia que tiene el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, han pasado varias mujeres por el escenario de la Quinta Vergara en el rol de animadoras y, hasta ahora, las que más veces lo habían liderado eran Pamela Hodar y Myriam Hernández, con cinco certámenes en su cuerpo. Desde este año, ese récord también lo ocupará Carolina de Moras.
La ex maniquí llegó a la animación de Viña en 2014 y este 2018 se subirá por quinta vez a la Quinta Vergara, acerca de lo que confiesa a T13.cl que “por supuesto que me enorgullece”.
La figura de Chilevisión recuerda que la primera vez que animó Viña, le entregaron un gran dossier con toda la historia del evento y la cantidad de años que había estado cada animador y animadora, señalando que “aparecía una, dos o tres años que había sido como lo máximo (de cada mujer animando) y para mí cumplir cinco años y ser como la mujer que más ha podido proyectarse y prolongarse en el tiempo para el Festival, me enorgullece y me hace sentir feliz. Porque es el Festival de Viña, es historia para nosotros, son 59 años de historia de este coloso que es tan chileno como hoy día tan latino también”.
Acerca del rol que ha cumplido en la Quinta Vergara, De Moras revela que “me ha ayudado mucho a mí, para mi carrera. Soy una mujer que me siento totalmente completa por poder hacer esto que a muchas animadoras les gustaría, pero yo creo que también a muchas personas les gustaría vivir esta experiencia adentro. Es que es más allá de ser la presentadora del Festival de Viña del Mar, es ver esta energía, es ver esta pasión y también hay una labor social y una gran conexión con el público”.
Carolina pone énfasis en que “nos sentimos responsables de darle alegría a Chile, de hacer un paréntesis en nuestra rutina y en nuestro día a día anual, y generar pasiones, felicidad, emociones y entusiasmo”, agregando que “yo creo que el acento hace mucho tiempo, sobre todo en el slogan y campañas publicitarias que hemos hecho como Festival, están en la emoción, en la pasión, en conectarnos en el recuerdo, en el momento, en lo que significan”.
Dentro de eso, Carolina de Moras destaca que “para todos nosotros el Festival tiene un recuerdo afectivo, familiar, de algún artista que nos rompía el corazón o quizás su letra y una canción marcaron un hito en nuestra historia, entonces el Festival para mí ha sido importantísimo, no solamente en lo profesional, sino que también en lo personal”.