La historia del hombre que repitió 4 veces de curso, trabajó en un banco y que ahora llega a Viña
Para algunas personas puede que el nombre de Juan Pablo López no diga mucho, pero desde el lunes 20 de febrero sí lo dirá. Esa jornada, este hombre de 41 años será el primer comediante en subirse al escenario de Viña 2017 para hacer reír al temido "Monstruo".
Desde hace tres años que López se dedica al stand up comedy. De hecho, participó de los "Viernes sin censura" del programa "Mentiras verdaderas" de La Red y fue co-libretista y la "muela" de la rutina que León Murillo ofreció en 2015 en la Quinta Vergara.
"Ahí más menos vi el proceso de cómo te llaman hasta que te presentas en el festival, entonces ya conozco un poco ese proceso y eso me da un poco de más confianza. Hay un paso adelantado", señala Juan Pablo respecto a su trabajo con Murillo hace dos años, agregando que el hecho de no ser tan conocido "en el sumando y restando, creo que es una ventaja. Yo quiero hacerme amigo de la gente en el festival y pasarlo bien. Soy una persona que tiene un humor súper transversal, un humor cotidiano y el público que va a estar esa noche está pintado para mi humor".
La noche inaugural del próximo certamen de la Ciudad Jardín tendrá a las agrupaciones argentinas Los Fabulosos Cadillacs y Los Auténticos Decadentes.
Ad portas de su debut en el gran evento del verano, López confiesa que "yo creo que me van a entrar los nervios dos semanas antes, pero hay que saber manejarlo", a lo que añade que "la fórmula principal es a medida que uno va confiando en su propio trabajo. Cuando uno trabaja y va escribiendo cositas y las vas probando en los bares y van funcionando, eso que se da es el mejor remedio para bajar los nervios y la ansiedad. El resultado y la efectividad del humor que uno hace, junto con la prueba en vivo y el training, es lo mejor".
El llamado para ser parte de Viña 2017 se lo hizo el director del festival, Álex Hernández, a este comediante en abril pasado y, según él, "fue una felicidad tremenda, yo acepté de inmediato, no me hizo de rogar absolutamente nada". Sobre esa llamada, revela que "andaba en el centro de Santiago y fue una plena alegría. Uno de repente presiente esas cosas, porque como que hay ruiditos, señales o rumores que te hacen pensar eso, entonces yo igual estaba trabajando para el tema".
Y la historia para arribar al escenario más importante del país es bien especial para Juan Pablo López. De partida, cuenta que "yo creo que uno siempre llega a lo que es realmente, por ejemplo, cuando repetí cuatro veces en el colegio fue por esta falta de motivación".
Es que efectivamente, este ahora hombre del humor repitió un año Séptimo Básico y tres veces Primero Medio, en torno a lo que declara que "no me gustaba nada, porque como que no encontraba motivación para estudiar. Yo no estudié en buenos colegios y no tuve buenos profesores", destacando que "creo que la base para ser un buen estudiante también tiene que partir desde el colegio, de la buena educación y de la motivación de los profesores, y eso no se dio en mí. Eso sí, no le echo la culpa a los profesores, porque todos mis compañeros pasaban de curso y yo era el único que me quedaba pegado". Es así como salió a los 20 años del colegio luego de hacer un 2x1.
López estudió ingeniería en gestión informática, pero se especializó en gestión de negocios. "Entendí que para ser alguien en la vida uno tenía que estudiar. Ojalá uno pudiera estudiar lo que le gusta, aunque igual para hoy ser standapero y comediante me sirvió haber estudiado y haber pasado por un banco, en donde trabajé 16 años. Ahí pasé desde junior hasta liderar equipos de trabajos", rememora Juan Pablo.
Y fue justamente ahí donde se dieron las bases para dedicarse a lo que hoy lo mueve plenamente: "en las reuniones mensuales tenía que presentar cifras y estadísticas, entonces me daba vergüenza hacerlo desde frente y mirándolos a todos, por lo que lo hacía desde un costado de atrás. Debido a eso es que pedí un taller de oratoria y ahí es cuando en una clase de ese taller nos llevaron a ver cuentacuentos para adultos en un restaurant, que se llama El Mesón Nerudiano, y ahí dije ´tengo que hacer esto, me gusta el escenario y me gusta cómo la gente se desarrolla arriba del escenario´. Después de eso tomé un taller de cuentacuentos, porque yo escribía cuentos y los narraba, y más tarde me di cuenta que a los cuentos les ponía humor y me resultaba el humor".
De esta manera fue que llegó al stand up comedy, disciplina que luego de tres años de practicarla, este 2017 lo llevará a la Quinta Vergara. "Soy un niño aplicado", dice entre risas acerca de su rápido ascenso en el mundo del humor, sintetizando que tras haber repetido tantas veces de curso en el colegio, "me recuperé rápidamente".