La pintura de Vincent Van Gogh ha sido una de las más trascendentes en toda la historia. Fue en 1889, un año antes de su muerte, cuando dio vida a "Noche Estrellada", una de sus piezas más destacadas y relevantes de todo el siglo XIX.
Casi 115 años después, en 2004, una serie de observaciones realizadas por el telescopio Hubble revelaron la existencia de torbellinos de gas y polvo alrededor de una estrella. ¿Cuál fue la conexión con Van Gogh? El parecido era evidente...
Fue en ese momento cuando los investigadores se centraron en precisar la forma en que la obra del artista puede conectar con este hallazgo. ¿Resultado? La existencia de un patrón de estructuras fluidas en muchos de los cuadros del holandés.
Tal y como muestra un video de YouTube, el pintor logró captar uno de los conceptos más complejos científicos, como son las turbulencias, al momento en que se encontraba internado en Francia.
En materia técnica el término turbulencia es aplicado como la forma de describir el flujo con un trastorno violento donde remolinos se desarrollan para formar estructuras de menor escala. El proceso se repite dando lugar a remolinos más pequeños.
De cierta manera, se apunta a que Van Gogh fue capaz de percibir y representar uno de los fenómenos más complejos de la física y matemáticas.
REVISA ACÁ ESTE REGISTRO CON ILUSTRACIONES DE NATALYA St. CLAIR:
