El telescopio Spitzer es uno de los que orbitan la tierra en el espacio para captar mejores imágenes, sin contaminación lumínica o refracción producto de la atmósfera, que opera actualmente la NASA. Este aparato está especializado en captar el espectro infrarrojo de la luz, por lo que ofrece imágenes únicas.
El Spitzer captó en una imagen, publicada por la NASA, el ciclo de vida de varias generaciones de estrellas creadas de los mismos grupos de gas y polvo, marcando las diferencias generacionales con sutiles colores.
La gran región verde y naranja que llena la mayor parte de la imagen es una nebulosa lejana, o una nube de gas y polvo en el espacio. La región brillante está iluminada por estrellas masivas, que pertenecen a un cúmulo que se extiende sobre el punto blanco.
El color blanco es la combinación de cuatro colores (azul, verde, naranja y rojo), cada uno representa una longitud de onda diferente de luz infrarroja, que es invisible para los ojos humanos. El polvo que ha sido calentado por la radiación de las estrellas crea el resplandor rojo que lo rodea.
El lado izquierdo de la imagen está marcado por un recorrido horizontal oscuro que cruza la nube verde. Ahí, se pueden observar estrellas jóvenes, en colores rojos y amarillos. También se puede observar la zona denominada Cepheus C, una parte muy densa de polvo y gas donde están naciendo estrellas.
Se puede observar, al lado derecho de la imagen, una segunda nebulosa, con un cúmulo de estrellas sobre ella, llamada Cepheus B, a un par de miles de años luz de nuestro planeta y es un poco más antigua que su vecino Capheus C.
La imagen es un verdadero retrato familiar, donde se puede reconocer a los recién nacidos, los padres y los abuelos creados a partir de las mismas nubes de polvo y gas.