En lo profundo de Rusia occidental, entre chatarra vieja y hormigón abandonado, se encuentra un sitio donde los científicos soviéticos crearon el orificio más profundo cavado en nuestro planeta.
El agujero comenzó a ser perforado en la década del 1970 para estudiar las distintas capas de la corteza terrestre y en 1994 alcanzó los 12 kilómetros de profundidad.
Uno de los principales descubrimientos realizados por los científicos soviéticos, es que existe agua a esa profundidad, algo difícil de creer de no haberse comprobado. Para realizar el agujero tuvieron que crear tecnología de perforación que no existía, ya que la hazaña de excavar a tanta profundidad es muy difícil de lograr.
Los científicos no pudieron continuar con la excavación producto de la temperatura que había en el fondo, la que ascendía a unos 180 grados celsius. El Agujero termina sobre rocas que tienes más de 2.700 millones de años de antigüedad, más de la mitad de la edad que se calcula tiene nuestro planeta.
Parece increíble que un sitio que alberga tal experimento hoy se encuentra abandonado y sellado por una simple tapa de acero que separa a los visitantes del agujero más profundo que cualquier otra cavidad en la Tierra.