Un sacerdote ortodoxo en Rusia ha sido suspendido por un año tras su actitud en el bautizo de un bebé que dejó aterrorizado y aparentemente con rasguños en la piel.
Los usuarios de las redes sociales dijeron que el ritual se parecía más a "un ritual de exorcismo o trabajo de fanáticos" que a un bautizo habitual.
Se mostró un video del Padre Foty, un abad ortodoxo ruso, que sumerge al niño en una fuente que parece demasiado pequeña, empujando su rostro para sumergirlo y golpeando su cabeza contra los costados.
De acuerdo al sitio web Fontanka de San Petersburgo, la madre del niño trató desesperadamente de intervenir, diciendo: "Déjalo ir, tiene dolor", pero el sacerdote continuó.
El incidente ocurrió en la Iglesia Intercesional de Marienburg en la ciudad de Gatchina, a unos 40 kilómetros al sur de San Petersburgo, y llevó a Anastasiya, la madre del bebé, a presentar una denuncia ante la policía.
"El bebé estaba gritando, tratando de escabullirse. Me asusté y corrí, comencé a llevarlo de regreso", declaró.
Anastasiya dijo que el bautismo había dejado rasguños en el cuello y el hombro de su bebé.
Desde entonces, la iglesia se disculpó por el incidente y prohibió al Padre Foty, de 55 años, durante un año. Él nego haber hecho nada malo.
"Fue solo el aumento de las emociones de la madre. Resultó no tener iglesia y no estaba lista para un bautizo", aseguró a Fontanka.
Y agregó: "De acuerdo con las reglas de la Iglesia Ortodoxa, la cabeza del bebé debe estar sumergida tres veces, y eso fue lo que hice. No tragó agua ni golpeó la fuente. He estado sirviendo durante 26 años y siempre trato de bautizar así".
REVISA AQUÍ EL VIDEO