Una compañía japonesa está triunfando en un salón tecnológico en China con un maniquí de Donald Trump que los visitante pueden golpear en la cabeza con un martillo para luchar contra el estrés.
La cabeza del presidente, con un resorte que la hace moverse, se ha convertido en la estrella del Consumer Electronics Show (CES) Asia, la versión asiática del célebre salón tecnológico de Las Vegas.
"Todavía sería mejor si pudieran utilizar las manos y los pies. Con el martillo no es tan divertido", explica Wang Dongyue, un visitante, tras haber dado un gran mazazo en la cabeza ficticia del presidente estadounidense.
"Si le digo la verdad, no me causa muy buena impresión porque ahora mismo no es muy amistoso con China", afirma este hombre de 31 años.
La cabeza de Trump fue instalada en el salón por la compañía japonesa Soliton Systems, especializada en inteligencia artificial.
El salón de Shangái, organizado por el sindicato profesional estadounidense de electrónica (CTA) se inauguró el martes, en plena guerra comercial entre China y Estados Unidos.
China y Estados Unidos se aplican mutuamente aranceles punitivos sobre mercancías por valor de 360.000 millones de dólares de comercio bilateral anual.
El conflicto preocupa a los mercados mundiales y tiene un importante componente tecnológico, en particular por la presiones de Washington a gobiernos de todo el mundo para que no contraten los servicios del gigante tecnológico chino Huawei, especialista en instalación de redes de internet móvil 5G.