El descubrimiento accidental de organismos marinos en una roca en el fondo del mar debajo de 900 metros de la plataforma de hielo de la Antártida ha llevado a los científicos a repensar los límites de la vida en la Tierra.
El grupo de investigadores encontró una roca “portadora de vida” después de perforar un pozo de casi un kilómetro de la plataforma de hielo Filchner-Ronne en el sureste del mar de Weddell para obtener un núcleo de sedimento del lecho marino.
La roca arruinó las posibilidades de obtener un núcleo, pero una cámara de video enviada por el agujero capturó las primeras imágenes de organismos pegados a una roca muy por debajo de una plataforma de hielo.
“Nunca en un millón de años hubiéramos pensado en buscar este tipo de vida, porque no pensamos que estaría allí”, dijo el Dr. Huw Griffiths, biogeógrafo marino del British Antarctic Survey.
Fotos y videos de la roca muestran que alberga al menos dos tipos de esponjas, una de las cuales tiene un tallo largo que se abre en una cabeza. Pero otros organismos, que podrían ser gusanos de tubo o percebes acechados, también parecen estar creciendo en la roca.
Alejados de la luz solar, estos animales viven en completa oscuridad, con temperaturas cercanas a los -2,2 grados celsius. Los detalles sobre el descubrimiento se han publicado en Frontiers in Marine Science.
