"Todas las causas de muerte aumentan": Los riesgos de no dormir las horas que corresponde antes de los 40 años
Un total de 264 horas, es decir, 11 días y 24 minutos fue el tiempo que un youtuber australiano pasó sin dormir. El objetivo del joven de 19 años era batir el récord Guinness, probablemente desconociendo que la organización dejó de mantener registros de la privación voluntaria del sueño desde el año 1997, debido “a los peligros inherentes asociados con la falta de sueño”.
Para la neuróloga de Clínica Las Condes y especialista en medicina del sueño, doctora Evelyn Benavides, la determinación de Guinness World Records es “una muy buena señal”, porque, aunque sea una sola vez, una persona puede llegar a morir si permanece tantas horas sin dormir.
“Con tres días sin dormir, la persona se puede morir de un infarto, aumenta el riesgo de arritmias y, finalmente, puede morir o presentar un infarto”, precisa la neuróloga.
Además, detalla que “todas las causas de muerte aumentan si no duermes las horas que tienes que dormir antes de los 40 años”.
¿Qué significa esto?
Según explica la doctora Benavides, “un adulto joven y sano debería dormir entre 7 y 9 horas por noche, todas las noches”, y remarca: “Y esto de noche, porque no es lo mismo dormir, por ejemplo, desde las 2 de la mañana hasta las 11 am que hacerlo entre las 10 de la noche y las 7 de la mañana”.
La razón de ello —explica— es que “el sueño de mejor calidad ocurre de noche, porque está más oscuro, hay menor temperatura, menor ruido, las condiciones para dormir son mejores y porque una serie de hormonas se secretan para que durmamos mejor en la noche, entre ellas la melatonina”.
Por otro lado, la especialista dice que no se pueden recuperar las horas de sueño perdidas: “El sueño que se pierde, se pierde. De hecho, correr los horarios no es una buena idea”.
Esto, que se suele llamar “deuda de sueño”, dice Benavides, es una práctica que algunas personas realizan debido a que privilegian otras actividades o sienten que no tienen tiempo para hacer todas las cosas que requieren si ocuparan más horas de la noche en dormir.
“En el fondo, privilegian otras actividades al sueño y te vas quedando con falta de sueño, porque tienes que trabajar, porque te quedas en algún evento social, porque te quedas viendo una serie, etc. Esa deuda de sueño no es recuperable, pero mientras más joven, la persona puede hacer algunos desarreglos y la neuroplasticidad del cerebro, que es esta capacidad de adecuarnos a los cambios, funciona”, declaró la especialista.
Los riesgos de no dormir bien: cáncer, hipertensión, obesidad, ACV
La doctora Benavides precisa que una persona tiene un trastorno del sueño cuando lleva más de un mes, al menos tres veces por semana, sin dormir las horas que debería, despertando con sueño o requiriendo siestas entre medio del día.
Esta falta de sueño en forma crónica, la mala calidad del sueño o las pocas horas de sueño tienen diversos impactos en la vida diaria; principalmente —explica la neuróloga—, “producen una desregulación del sistema autonómico, que se divide en el sistema simpático y parasimpático y son los que llevan la frecuencia de las pulsaciones cardiacas, la fuerza en el latido del corazón, nuestras reacciones de huir y atacar, cómo se manifiestan algunos fenómenos metabólicos, entre otros”.
“Cuando hay una alteración del sueño, sobre todo en forma crónica, esto no se balancea bien y nuestras reacciones internas y externas no son las adecuadas y empezamos a enfermarnos”, sostiene.
En palabras de la experta, “en los casos más extremos, se ve gente que estaba con su presión arterial bien controlada empieza a volverse hipertensa; gente que tenía los niveles de azúcar en la sangre bien controlados empieza tener niveles de azúcar más altos en la sangre; gente que tenía un peso normal toda su vida, empieza a subir de peso; de hecho, la mala calidad del sueño y la falta de horas de sueño se asocia a obesidad. También se asocia a algunos tipos de cáncer, principalmente el cáncer de mama. Es más, se ha visto una relación directa de la mala calidad del sueño con el cáncer de mama”.
Por otro lado, la doctora dice que los trastornos del sueño pueden generar “un desbalance neuroquímico en el cerebro de neurotransmisores que tienen que ver con el ánimo y, en casos extremos, hay alteraciones del humor, crisis de pánico e, incluso, se han descrito casos de ideación suicida relacionada a la falta de sueño”.
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En este contexto, para la neuróloga, es grave que se aliente a personas a dejar de dormir y más grave aún que se busquen recompensas, como el caso del youtuber australiano.
“Incluso, hay estudios realizados con voluntarios sanos, a quienes se les realizan resonancias y muestran que, tras 24 horas sin dormir, hay áreas del cerebro que dejan de funcionar como las áreas prefrontales, la parte del cerebro que toma las decisiones, se apaga, entonces empieza el descontrol de impulsos, la agresividad y la mala toma de decisiones”. Es más, la especialista remarca que “manejar con menos de cuatro horas de sueño de noche, significa manejar bajo efectos del alcohol: tienes las mismas reacciones que si estuvieras bajo la influencia del alcohol”, manifestó Benavides.
Al volverse un trastorno permanente, “empieza a secretarse mal la insulina, el cortisol y una serie de sustancias que hacen que nuestro corazón, nuestro sistema cardiovascular, nuestro sistema de balance del azúcar de la sangre funcione en forma coordinada y ahí es donde aumenta el riesgo de infartos, de coágulos, de procesos proinflamatorios, se producen accidentes cerebrovasculares. Una persona puede morir por no dormir”, sentencia.