De vez en cuando, una galaxia muestra un estallido de estrellas recién formadas que brillan más intensamente que el resto.
Una colisión entre dos grandes galaxias suele ser la causa del nacimiento de nuevas estrellas, donde el gas frío que residen en las nubes moleculares gigantes se convierte en el combustible para llevar a cabo estas formaciones estelares, detalla el observatorio Atacama Large Millimeter Array (ALMA).
Los científicos por su parte, se han estado preguntando si esos destellos en el Universo temprano fueron el resultado de tener un suministro de gas superabundante.
Esta es la foto de una galaxia con un brote estelar: Baby Boom fue descubierto por el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, Hubble y otros telescopios.
Un nuevo estudio publicado en la revista Astrophysical Journal Letters el 12 de octubre de 2015, encabezado por John Silverman del Instituto Kavli para la Física y Matemáticas, investigó el monóxido de carbono en el Universo y el contenido de gas en siete galaxias hace cuatro mil millones de años.
Esto fue posible gracias a ALMA, observatorio que se encuentra a 5.000 metros de altitud en el norte de Chile, donde se trabaja en conjunto para detectar ondas electromagnéticas en un rango de longitud de onda en el milímetro, lo cual es fundamental para el estudio de gas molecular.
Aquí se utiliza un nivel de sensibilidad que está recién empezando a ser explorado por los astrónomos de hoy.
En esta imagen se muestra un mapa de gas molecular (monóxido de carbono) tomada por ALMA:
Esta foto fue tomada con la cámara avanzada para sondeos que muestra la distribución de luz de la estrella. La distribución de gas molecular se muestra con contornos:
Esta es una captura del telescopio espacial Spitzer, donde se indica los sitios de formación estelar envueltos por el polvo:
Los investigadores descubrieron que la cantidad de gas emitida estaba disminuyendo a pesar de que la galaxia continuó formando estrellas.
Estas observaciones son similares a las registradas en las galaxias de estallido estelar cerca de nuestro planeta Tierra hoy en día, sin embrago, la cantidad de agotamiento del gas no es tan rápido como se esperaba.