El Audi SQ5 demoró nueve días en atravesar desde San Francisco a Nueva York, recorriendo un total de 5.400 kilómetros sin conductor que lo guiará. Eso sí, un equipo de ingenieros iba al interior del vehículo y sólo se tocó el volante en dos oportunidades en momentos que requería más seguridad.
El vehículo fue habilitado con un sistema de conducción autónoma, láseres, radares, GPS, cámaras que registraran la ruta, computadores. Todas las decisiones de ruta, desvíos, distancia y velocidad fueron tomadas por el propio auto.
Pese a los avances que se logró con el automóvil, esta innovación aún requiere de mejoras. Según señalaron los ingenieros, hay problemas en reconocimientos del pavimento en algunas zonas, además de las dificultades que enfrenta cuando el sol y la lluvia bloquean el registro claro de las cámaras que marcan el recorrido.
