Un viaje en los modernos "autos comunitarios"
La implementación de BikeSantiago por partes de bancos y municipalidades es algo habitual. En la actualidad el servicio de autos comunitarios toma más fuerza. No solo como una iniciativa que mejora la calidad de vida de los santiaguinos y viñamarinos, sino que también como un aporte al medio ambiente.
Esta iniciativa está presente en 600 ciudades de 50 países, donde cerca del 25% de sus usuarios deja de usar su auto particular para ser parte de esta experiencia. Sus clientes tienen entre 25 y 45 años de edad, el 80% son hombres y el 20% mujeres.
“Awto”, una empresa que comenzó a operar en junio del año 2016, contaba con 50 autos repartidos en 20 puntos de estacionamientos en Santiago. Son como las bicicletas “Itaú”: las tomas en un punto, te trasladas y las dejas en otro. Actualmente con más de 90 autos y 80 puntos de estacionamiento, le permite a sus usuarios arrendar vehículos por minuto pagando a través de tarjetas de crédito a fin de mes.
T13.cl se subió a "Awto" acompañado de Joaquín Nawrath, gerente de ventas del servicio, quien entrega las claves de este nuevo servicio.
La principal novedad está en que sus autos son más ecológicos y que, tras la implementación de la ley de catalíticos, estos no tendrán restricción vehicular. ¿Por qué pasa esto? Esto sucede porque la mayoría de sus autos cuentan con sistema híbrido, los que mezclan motores a combustible y otros con electricidad.
Además, cada gramo de dióxido de carbono que estos vehículos expulsen será compensado con reforestación en el sur de nuestro país. Esto gracias a una empresa externa que contabiliza los gases expulsados por los vehículos y que -tras esos datos- calcula un número de árboles que deben ser plantados para sopesar el daño.
El inicio del viaje
Al salir del centro de movilidad, Joaquín nos comenta que para hacer uso de estos autos debemos registrarnos con una foto de nuestra licencia de conducir y carnet, datos de nuestra tarjeta de crédito y los datos personales en la página www.awto.cl. El proceso de validación de la cuenta podría tomar entre 1 y 12 horas.
Al estar registrados ingresamos a la aplicación de teléfono de la empresa y seleccionamos el punto de estacionamiento más cercano. Ahí nos indica que tenemos 15 minutos para llegar hasta el auto y abrirlo. De no ser así, el proceso se debe realizar nuevamente. Hay autos de lujo, furgones, citycars y camionetas que funcionan con la misma modalidad. Además, la empresa paga la bencina.
Al ingresar al vehículo debemos revisar que todo está en orden. Si está sucio sacamos fotos para denunciar las malas prácticas de los usuarios, las que son penalizadas. "Así como benefiiamos a las buenas prácticas como recargarle bencina, penalizamos los malos usos con multas desde los 5 mil pesos", asegura Nawrath.
Salimos del lugar
Escogimos nuestro lugar de destino y lo ingresamos en la aplicación de celular. En ese momento el auto quedó habilitado y lo hacemos partir. El 50% de los vehículos son automáticos y si no seguimos los pasos, el auto no partirá.
Bajo el caluroso sol de Santiago, comenzamos nuestro viaje con Joaquín como piloto del vehículo. Ahí nos comenta que el número de usuarios va en alza y que debido al éxito tienen que buscar más puntos de estacionamientos.
Nos trasladamos hasta Ñuñoa, donde nos espera el estacionamiento reservado. Se cobra $120 por minuto y $60 por permanecer estacionados dentro del auto. Al bajarnos la aplicación nos informa que contribuimos a no emitir 0,8 kg de monóxido de carbono y nos invita compartir la experiencia por Facebook.
Nos cobra cerca de $1.200 pesos y nos propone evaluar el viaje. Luego, Nawrath pide el auto nuevamente y nos trasladamos hasta el punto de partida cerca del metro Manuel Montt. Nos demoramos unos 10 minutos y volvimos a gastar la misma cantidad de dinero.
Si quisieras ir a Viña del Mar en uno de estos vehículos, el costo llegaría a unos $25 mil, sin contar los pejaes que se encuentran en el camino. Sin embargo, dentro de la capital las autopistas concesionadas sí están incluidas en el valor total.
La empresa pretende llegar pronto a las ciudades de Concepción y luego a Antofagasta, para así masificar el uso de los autos comunitarios. Y de a poco han comenzado a incluir sillas para bebés, parrillas para llevar implementos en el techo y porta bicicletas.
Joaquín nos comenta que en el verano podrás trasladarte hasta el litoral central en los balnearios de Maitencillo, Zapallar, Cachagua, el Quisco y Algarrobo. Y, por cierto, adquirir uno de estos vehículos para moverte entre alguno de los puntos.