Las autoridades chinas de la ciudad de Taiyuan, en la provincia china de Shanxi, mostraron los dispositivos electrónicos que han incautado a estudiantes que quieren hacer trampa durante los exigentes exámenes de ingreso a la universidad en ese país.
Unos nueve millones de estudiantes chinos se presentan cada año al examen conocido como “Gaokao”, el cual se lleva a cabo durante dos días, el 7 y 8 de junio.
Aprobar el duro examen es la única forma que tienen los estudiantes para entrar a la universidad, razón por la cual están sometidos a una enorme presión tanto familiar como social. En el país más poblado del mundo tener un grado universitario es crucial para conseguir un trabajo.
El examen es estrictamente vigilado por las autoridades chinas, y con justificadas razones. Todos los años se descubren nuevas y sofisticadas maneras para hacer trampa en el examen.
Las autoridades instalan cámaras de circuito cerrado de TV (CCTV) para vigilar lo que ocurre en los salones durante el desarrollo de las pruebas, y se realizan exhaustivos controles para detectar el porte de dispositivos electrónicos.
En años anteriores se han descubierto chalecos con sistemas radiofónicos para recibir ayuda de alguien desde afuera del salón, y bolígrafos y relojes con cámaras para capturar imágenes de preguntas y luego recibir las respuestas a través de pequeños audífonos inalámbricos.
La sofisticación de los métodos de trampa ha obligado a que se instalen escáneres para detectar transmisión de señales electrónicas.
La prueba es considerada en China como parte fundamental de la justicia social que promueve el gobierno, y quienes son descubiertos engañando el sistema de selección universitaria arriesgan hasta siete años de cárcel.
Estos son algunos de los que se descubrieron este año:
Un dispositivo inalámbrico disfrazado de cinturón.
Un par de audífonos inalámbricos.
Dispositivos inalámbricos en forma de gomas de borrar.
Un dispositivo inalámbrico camuflado como reloj.
Audífonos inalámbricos y sus cajas transmisoras.
