Las supercomputadoras que pueden cambiar para siempre el mundo de las finanzas
En un mundo en el que la rapidez con la que pueden analizarse datos para luego tomar decisiones hace la diferencia entre ganancias y pérdidas, la velocidad de las computadoras es clave.
Es por ello que los bancos, las aseguradoras y los fondos de inversión gastan millones de dólares en tecnología para obtener ventaja en las transacciones frente a sus competidores y minimizar los errores humanos.
Las computadoras cuánticas, basadas más en la mecánica cuántica que en la electrónica, tienen el potencial de ser más poderosas que las tradicionales.
Así, ofrecen la tentadora posibilidad de que en un futuro próximo se puedan crear estrategias de negociación casi perfectas y predicciones de riesgo de gran precisión.
"Los servicios financieros son un entorno rico en datos", dice Kevin Hanley, del banco británico Royal Bank of Scotland (RBS).
"El tiempo es dinero y la habilidad de procesar datos rápidamente podría tener un enorme potencial para nuestros clientes".
¿Qué son las computadoras cuánticas?
Las computadoras tradicionales se basan en el sistema binario (bits), es decir, unos y ceros que representan estados como "on/off" y "verdadero/falso".
Las computadoras cuánticas, por otro lado, contienen qubits, que pueden ser tanto 0 como 1 al mismo tiempo, un estado conocido como superposición.
Las partículas subatómicas, los electrones, fotones e iones, pueden ser manipulados para que se comporten de este misterioso modo.
Y debido a esta flexibilidad, los qubits pueden hacer mucho más: un computador cuántico podría, teóricamente, resolver tres millones de cálculos por segundo.
Pero estas máquinas no son sencillas de operar ni de ensamblar.
Los procesadores cuánticos de uno de los fabricantes líderes en esta área, D-Wave, necesitan ser enfriados hasta justo por encima del cero absoluto, la temperatura más baja posible (-273.15 en la escala de Celsius), y además deben estar alejados de cualquier interferencia electromagnética.
Estas condiciones hacen que sean aparatosas y caras. Las máquinas de D-Wave cuestan entre US$10 millones y US$15 millones.
El banco de inversiones Goldman Sachs, RBS, la firma de consultoría financieraGuggenheim Partners y el Commonwealth Bank de Australia (CBA) han invertido en computación cuántica, con la intención de adelantarse a sus competidores.
"Esto es interesante para el mundo financiero, porque si se puede encontrar un algoritmo que resuelva un problema, eso puede suponer una gran ventaja competitiva", señaló Colin Williams, director de desarrollo de negocios de D-Wave.
Google, la NASA y el Departamento de Energía de la Universidad del Sur de California (EE.UU.) han usado los sistemas de D-Wave.
Otras empresas de tecnología, como Cambridge Quantum Computing, Rigetti y QxBranch están desarrollando el hardware y el software necesarios para hacer de las computadoras cuánticas una realidad.
Mayor probabilidad de éxito
Las máquinas cuánticas podrían resolver en un día los problemas que a las tradicionales les tomarían miles de años solucionar.
Bajo este esquema, los inversionistas podrían considerar millones de escenarios globales diferentes y calcular cuáles de ellos tienen la mayor probabilidad de ser exitosos en el largo plazo.
Las supercomputadoras podrían, en teoría, dar a las firmas financieras una mejor visibilidad en el largo plazo al permitirles hacer predicciones más precisas. También podrían reducir la necesidad de jugar con sus portafolios, ahorrándose costes y, posiblemente, aumentando sus ganancias.
No tan rápido
Entonces, ¿en qué momento estarán realmente disponibles las computadoras cuánticas?
El director del fabricante D-Wave, Colin Williams, estima que las empresas podrán tener completo acceso a estas en 2018, aunque Kevin Hanley, del RBS, cree que pasarán "entre 5 y 10 años antes de que la tecnología cuántica esté preparada".
Pero esto no está deteniendo a las instituciones financieras.
Blu Putnam, gerente de economía para el grupo CME, un mercado de derivados con sede en EE.UU., dice que la computación cuántica ha dado lugar a un "cambio de mentalidad", haciendo que los servicios financieros "ahora busquen maneras casi imposibles de resolver problemas" en la gestión de activos y riesgos.
Descifrar el código
La computación cuántica puede ofrecer beneficios potenciales para la industria de los servicios financieros, pero también supone riesgos.
Los bancos usan el cifrado para guardar sus transacciones y los datos de clientes de manera segura.
Esto implica codificar y descifrar datos utilizando códigos de decenas o centenares de dígitos.
Pero las máquinas cuánticas podrían descifrar esos códigos con relativa facilidad, lo que comprometería la seguridad de la industria global de los servicios financieros.
"Los gobiernos podrían recomendar su prohibición porque, de otro modo, ya no existirían los secretos", advirtió Marco López de Prado, ejecutivo de la firma Guggenheim Partners.
"Necesitaríamos una fórmula matemática que cree un lenguaje encriptado imposible de quebrar", dijo.
Los expertos en seguridad cibernética se encuentran trabajando en nuevos algoritmos que bloqueen futuros ataques.
Pero la industria necesita de una solución pronto. La capacidad de procesamiento de la computación cuántica está creciendo con cada generación.