¿Alguna vez le has preguntado Siri, el asistente virtual de Apple, si es hombre o mujer? Te invito a que hagas la prueba. ¿Listo? Seguramente te dijo que no te debes confundirte por su voz, pues no tiene sexo, que los humanos tienen sexo, o que su voz es similar a la de una mujer, pero que existe en un plano ulterior al del concepto humano del sexo.
Una explicación confusa, porque Siri tiene voz de mujer, y no es la única. Seguramente también has usado Waze, el traductor de Google o los asistentes virtuales Microsoft y Amazon (Alexa). Todos tienen una voz femenina por defecto. ¿Pero a qué se debe?
El hecho de que los asistentes virtuales sean mayoritariamente femeninos ha sido criticado con anterioridad. En conversación con Verne, de El País, Nuria Oliver, doctora por el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y directora de investigación en ciencia de datos en Vodafone, ofrece una explicación.
Ella dice que en un primer momento es probable que las empresas solo buscaran “una voz agradable y fácil de entender”, características “quizás más atribuibles a las femeninas”. Pero esta decisión terminó generando “reflexiones sobre su impacto en los estereotipos”.
El medio español agrega que en The Atlantic, Adrienne Lafrance escribía algo en la misma línea: “Estamos condicionados para esperar a mujeres, y no hombres, en roles administrativos, y los fabricantes de asistentes digitales están influidos por estas expectativas”.
Coincide Amparo Alonso Betanzos, coordinadora del laboratorio de inteligencia artificial de la Universidad de A Coruña, que añade a Verne que “las voces masculinas a veces se interpretan como alguien dando órdenes, en lugar de ayudando”.
Betanzos agrega que es cierto que las empresas afirman haber hecho estudios de mercado antes de lanzar sus asistentes, pero se trata de un círculo vicioso. "Estamos acostumbrados a que las mujeres tengan un papel de cuidadoras y asistentes, por lo que su voz en estas aplicaciones parece la opción más adecuada. Y cuando las empresas usan estas voces, acaban reforzando esas ideas preconcebidas y dificultando los cambios".
Finalmente una de las soluciones que proponen los expertos implica formar equipos más diversos, que sean capaces de identificar los estereotipos y así evitar que se sigan propagando.