La ultima persona en caminar sobre la superficie de la luna fue el astronauta estadounidense Gene Cernan, quien llegó hasta nuestro satélite el 11 de diciembre de 1972 en el módulo lunar Challenger. Desde entonces, la “carrera espacial” se dio por cerrada, dejando a la Unión Soviética como perdedora. Los avances chinos, los primeros en aterrizar una nave en el lado oculto de la luna, pueden revivir la competencia por dominar el espacio exterior.
La NASA anunció que, junto a socios comerciales e internacionales, comenzarán a enviar naves no tripuladas, como las sondas que están estudiando Marte, a partir del 2020, con la intención de “preparar la superficie lunar para una presencia humana sostenida, para incluir el uso de oxígeno lunar e hidrógeno para futuros vehículos lunares”. Además de estudiar los recurso naturales del satélite.
Pero las intenciones de la agencia espacial van más allá y aseguran que “la superficie lunar también servirá como un sitio de prueba de tecnología y será un campo de entrenamiento crucial donde nos prepararemos para futuras misiones humanas a Marte y otros destinos”.
A medida que la NASA trabaja para lograr su plan de regresar de manera sostenible a la Luna, será fundamental colaborar con socios comerciales e internacionales en el camino. Segun la agencia espacial: “Este enfoque permitirá la expansión humana a través del sistema solar y traerá a la Tierra nuevos conocimientos y oportunidades”.
En los próximos meses, la primera nave espacial israelí aterrizará en la Luna, lo que será posible por su asociación con la NASA. La agencia espacial no solo ayudará con el soporte de las comunicaciones durante la misión, sino que también ha desarrollado un retrorreflector láser que volará a bordo del vehículo de aterrizaje israelí.