China está aplicando el reconocimiento facial en diversas aristas, desde educación, para saber si los estudiantes prestan atención en clases, hasta en materias de seguridad, para facilitar el trabajo de las policías e identificar delincuentes.
Sin embargo, esta tecnología llegó a un lugar impensado: un baño público en el distrito de Jing’an de la ciudad de Shangai, donde una máquina dispensadora de papel higiénico, utiliza la inteligencia artificial para entregárselos a los usuarios.
La medida busca reducir el desperdicio de papel en los baños públicos de China y lo ha logrado, ya que según la empresa proveedora de la máquina, permite ahorrar hasta un 70% de papel higiénico.
Una vez escaneada la cara, la máquina entregará solo 80 cms de papel y en caso que una persona necesite más, tendrá que solicitarlo a alguien del personal de limpieza.
La empresa a cargo del sistema mencionó que la máquina ha sido un éxito y que están pensando en llevarlas a otros distritos de la ciudad, aunque no es la única parte de China donde hay sistemas similares.
En Beijing, ya tienen instalado un sistema similar en algunos lugares turísticos, como el mercado de La Perla. Esto fue parte de la "revolución de los retretes", un plan impulsado por el gobernante chino Xi Jinping que buscaba mejorar los baños públicos del país.