La cápsula Dragon de SpaceX se acopla a la Estación Espacial Internacional
La nueva cápsula Crew Dragon de SpaceX pudo acoplarse automáticamente a la Estación Espacial Internacional (ISS) este domingo, confirmaron la NASA y SpaceX durante la transmisión en directo de las operaciones.
"Captura suave confirmada", anunció la Nasa, que agregó unos minutos más tarde: "Podemos confirmar que la captura total ha finalizado".
El anuncio fue recibido con aplausos en el Centro Espacial Johnson en Houston, Estados Unidos.
El contacto ocurrió a las 10H51 GMT a más de 400 km sobre la superficie de la Tierra, al norte de Nueva Zelanda, 27 horas después del lanzamiento de Dragon por un cohete de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy.
Es la primera misión de prueba, sin astronauta, antes de una primera misión tripulada prevista para este año.
Con su punta abierta, en medio de la oscuridad del espacio, la cápsula se acopló automáticamente a la Estación, donde se encuentran en la actualidad la estadounidense Anne McClain, el ruso Oleg Kononenko y el canadiense David Saint-Jacques.
En la imagen, el contacto parecía producirse muy lentamente, pero lo cierto es que la ISS y la cápsula avanzan paralelas a más de 27.000 km/h en órbita alrededor de la Tierra.
Solo un maniquí, Ripley, viaja dentro de Dragon. Se trata de una misión de prueba para verificar la confiabilidad y seguridad del vehículo, de cara a llevar a cabo una misión tripulada probablemente este año, con dos astronautas estadounidenses a bordo.
Desde el final del programa de transbordadores espaciales en 2011 tras 30 años de servicio, solo los rusos transportan personas en viajes de ida y vuelta a la ISS.
"Otro paso que nos acerca a nuestro vuelo", reaccionó el astronauta Bob Behnken, uno de los dos elegidos por la Nasa para la primera misión tripulada de Dragon.
La apertura de la compuerta por parte de la tripulación de la ISS está programada para las 13H30 GMT.
Dragon permanecerá acoplada a la estación hasta el viernes, cuando volará de regreso a la Tierra para posarse en el Atlántico, una de las etapas más peligrosas de la misión.