Facebook presentó este martes una nueva herramienta para que los usuarios puedan controlar sus datos obtenidos por el grupo fuera de la red social, en un intento de mostrarse proactivo a la hora de proteger las informaciones personales.
El anuncio llegó menos de una semana después de que se revelaran nuevas prácticas de Facebook, que reconoció haber transcrito escuchas de extractos sonoros de conversaciones de algunos usuarios, algo que la primer red social del mundo había negado hacer durante mucho tiempo.
Con la nueva herramienta presentada el martes, el grupo explicó que quería "devolver el control" de sus datos a los usuarios de la red.
En la práctica, estos últimos podrán decidir a partir de ahora si los datos que Facebook consigue a través de aplicaciones o páginas web de terceros que ellos consultan (como los servicios de venta en línea) pueden o no vincularse a sus cuentas en la red social.
"En general utilizamos esos datos para proponer publicidad relacionada con los aparatos o la información que ha sido buscada en internet. Pero sabemos que es importante aportar más transparencia y control a nuestros usuarios sobre este tipo de datos", explicó Stephanie Max responsable de productos de Facebook, en una rueda de prensa en línea.
Las nuevas funciones de confidencialidad se lanzaron este martes en formato prueba en Irlanda, España y Corea del Sur, antes de que se pongan en marcha en todo el mundo "en los próximos meses", y permitirán que los usuarios decidan si la totalidad o parte de los datos que Facebook obtiene en otros portales puedan ser asociados a su cuenta personal.
El grupo estadounidense consigue estos datos en varios lados, como sitios de comercio electrónico, aplicaciones o incluso en diarios en línea, a través de unas herramientas que Facebook ofrece a otras empresas para la publicidad, el conteo del tráfico o las búsquedas de productos.
Los datos también incluyen el tipo de dispositivo usado para conectarse, su marca o su ubicación geográfica, con lo que Facebook puede proponer publicidad ultrapersonalizada, que vende a las empresas y que supone una jugosa fuente de ingresos para la red social.
Datos anónimos
Así, Facebook no se plantea tampoco el prescindir completamente de esos preciados datos.
Si el usuario lo decide, "vamos a desligar los datos, pero los continuaremos recibiendo, aunque de forma anónima. Eso nos permite elaborar estadísticas sobre las interacciones publicitarias, aunque sin saber" la identidad de los que visitan esos sitios insistió Stephanie Max.
"Tuvimos que cambiar parte de nuestra arquitectura para poder crear esta herramienta, construir nuevas infraestructuras [de red] para tener la posibilidad de desvincular los datos de la cuenta", detalló Max.
La responsable recalcó que una medida así es una "primicia en la industria" y que esperaba que ésta sirva para "promover una reflexión en el conjunto del sector sobre la transparencia y el control".
Facebook intenta así responder a las críticas sobre el manejo de los datos personales en la aplicación, tras el escándalo que supuso el caso Cambridge Analytica, que estalló en marzo de 2018, y que puso al grupo californiano en el punto de mira de los gobiernos, tanto de Estados Unidos como de Europa.
Facebook fue condenado a finales de julio a una multa récord de 5.000 millones de dólares por la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC), que vela por la protección de los consumidores, por no haber protegido los datos personales de sus usuarios.
Aunque durante mucho tiempo se opuso a que internet se regulara, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, cambió de opinión a finales de marzo e instó a los Estados a poner en marcha una regulación real, y puso como ejemplo el Reglamento europeo General de Protección de Datos (RGPD) que entró en vigor marzo de 2018.