Científico japonés creará seres híbridos de animales y humanos hasta su nacimiento
Japón es el primer país del mundo en financiar y aprobar un experimento en el que el investigador Hiromitsu Nakauchi quiere dejar que los animales híbridos se gesten hasta el nacimiento. En la mayoría de Estados este tratamiento está prohibido, hasta ahora.
El científico es en realidad un internista, pero ha investigado sobre seres híbridos en la Universidad de Tokio y la Universidad de Stanford durante varios años. Con el permiso que le otorgó Japón, quiere inyectar células humanas en embriones animales y dejar que los animales crezcan hasta el nacimiento.
Los embriones de ratón+humano deben crecer durante 14,5 días en el vientre materno. El tiempo de gestación de un ratón es de unos 20 días en el útero. Así que a los 14.5 días, un embrión ya está bien desarrollado.
Hiromitsu Nakauchi planea un experimento similar con ratas: los embriones híbridos deben permanecer 15.5 días en la madre. El período de gestación de las ratas es de aproximadamente 23 días. Más tarde, Nakauchi quiere probar la técnica en animales más grandes, como cerdos, por ejemplo.
Embriones que desarrollan - o no - órganos, según la programación
Nakauchi usará básicamente la misma técnica en los nuevos experimentos que en su híbrido rata-ratón. En la prueba de 2017, diseñó genéticamente un embrión de rata para que no pudiera desarrollar páncreas. Si el animal hubiera nacido con este defecto, le faltaría este importante órgano glandular. El investigador detuvo el proceso antes del nacimiento del animal.
El científico le inyectó al animal "células madre pluripotentes” (iPS) de un ratón. Las células iPS, de la piel, por ejemplo, son reprogramadas regresándolas a una etapa temprana de su desarrollo. Al igual que las células madre embrionarias, estas pueden volver a desarrollarse en todos los tejidos y órganos. De hecho, el páncreas de rata creció a partir de células de ratón en las ratas.
Los investigadores luego implantaron a los investigadores en ratones con diabetes. Los animales pudieron regular su nivel de azúcar en la sangre de forma independiente, gracias al órgano de reemplazo. Los ratones se curaron de la diabetes.