El desastre del Challenger: La tragedia espacial cumple 30 años
El humo del transbordador Challanger dibujaba una línea recta en los cielos. Era la décima misión de la estructura y todo parecía estar bien. Sin embargo, fueron 73 segundos los que pasaron para que todo terminara en una catástrofe.
Una explosión pintó una araña en los cielos, mientras la cabina dónde se encontraban los siete tripulantes continuaba subiendo 22 kilómetros y uno de los motores realizaba una línea horizontal.
El 28 de enero de 1986 es recordado como uno de los eventos más visto y trágico en la historia de la NASA. La cadena de noticias CNN transmitió todo en directo, sin embargo, los despegues espaciales se habían transformado en algo "común" y, por esta razón, los televidentes sintonizaron el canal después del hecho para ver las repeticiones.
Los cohetes que fueron utilizados no presentaban mayores problemas, habían participado en otras misiones, pero su mal uso y una llama que se escapó en una de las juntas situadas entre cada una de las cuatro secciones que forman estos cohetes, terminó produciendo el siniestro.
Un anillo de goma se rompió con la presión de los gases y produjo una filtración que se convirtió en la llama. El frío de la noche anterior hizo que perdiera su elasticidad.
Esta abertura se había sellado, pero cuando el transbordador pasó por un momento de inestabilidad generado por una corriente de viento y con esto la sección volvió a abrirse.
La llama empezó a quemar el hidrógeno líquido de uno de los tanques y el fuego se propagó hasta provocar en la explosión.
De izquierda a derecha: la profesora Sharon Christa McAuliffe y, los astronautas, Gregory Jarvis, Judith A. Resnik, Francis R. Scobee, Ronald E. McNair. Mike J. Smith y Ellison S. Onizuka.
Eran seis los astronautas que se encontraban dentro del Challenger. El séptimo pasajero era la profesora Christa McAuliffe que participó en un concurso de la NASA para convertirse en el primer civil en llegar al espacio.
La cabina dónde estaban sus pasajeros, no sufrió daños en la explosión. Luego de subir unos 22 km después de la explosión, los tripulantes tuvieron una caída que duró 2 minutos aproximados. La NASA no tenía en ese entonces equipos de emergencia cómo paracaídas o una escotilla de emergencia en sus naves.
La estructura al caer en el mar, tuvo un impacto que provocó una deceleración de unas 200 veces la fuerza de gravedad que destruyó la estructura y todo en su interior. Es probable que los pasajeros estuvieran vivos durante la colisión marítima.
Luego del incidente, la NASA dejó de hacer operaciones por 2 años y medio.
Mira a continuación las imágenes de la tragedia: