Cada 3, 7, 10 o 13 años, o unas 10 veces por siglo, el Sol, la Tierra y Mercurio quedan perfectamente alineados.
Entonces ocurre el "mordisco de Mercurio" o el fenómeno que permite ver desde la Tierra el tránsito de este planeta frente a nuestra estrella.
Este lunes 9 de mayo fue una de esas escasas ocasiones. Como Mercurio tiene una tercera parte del tamaño de la Tierra y es 150 veces más pequeño que el astro rey, el planeta pudo verse como un punto negro pequeñito atravesando lentamente el disco amarillo del Sol.
El "mordisco" ocurrió entre las 11:12 y las 18:42 GMT.
Gente de casi todo el mundo pudo observar este fenómeno.
El tránsito del planeta, que duró siete horas, fue visible desde Europa occidental, África noroccidental y gran parte de América.
Desde otros lugares, solo fue visible una parte del "mordisco", dependiendo de las horas del amanecer y del ocaso.
Oceanía, el lejano oriente de Asia y la Antártida se lo perdieron por completo.
El fenómeno debía verse con telescopios provistos de filtros solares, para evitar daños a los ojos. También se pudo seguir a través de internet.
Era imposible e incluso peligroso observarlo a simple vista o con binoculares.
Para los que carecían de telescopios, había una opción casera para disfrutar del fenómeno.
Se trataba del método que el filósofo y astrónomo francés Pierre Gassedi ideó en 1631: una cámara oscura.
La última vez que Mercurio pasó sobre el Sol fue el 8 de noviembre de 2006 y la próxima será el 11 de noviembre de 2019. Luego habrá que esperar al 13 de noviembre de 2032.
Solo Mercurio y Venus pueden efectuar los tránsitos sobre el Sol, por ser los dos únicos planetas en órbitas interiores, es decir, más cercanas al astro rey que nuestro planeta.
Pero Venus lo hace con aún menos frecuencia, apenas dos veces cada siglo.