"El video mató a la estrella de radio", cantaban The Buggles en los años 80, lamentando una inminente muerte delas estaciones de radio.
El video había llegado a los hogares unos años antes, introduciendo al vocabulario palabras como BetaMax y VHS, las siglas en inglés para los "sistemas de video caseros".
Parecía que el sonido sin imágenes iba a ir perdiendo su encanto.
Sin embargo, el video no mató ni a la radio ni a sus estrellas, así como la televisión no había matado a la radio ni al cine.
Lo que sí hizo fue democratizar el placer de ver cine, al traerlo a casa y hacerlo fácilmente accesible. Además, creó el concepto del coleccionista de películas.
Pero su historia fue corta y su muerte largamente anunciada.
¿Extinción inevitable?
No más de estas máquinas. |
En julio se suspendió la producción del último grabador y reproductor de videocasetes o VCR en Japón, lo que quiere decir que a menos de que se cuiden los que existen para que perduren, llegará el momento en el que nadie podrá ver las maravillas guardadas en los videocasetes.
Pero dada la superioridad en términos de calidad y conveniencia de los discos ópticos y otros sistemas digitales, ¿habrá quién guarde duelo?
Pues sorpresivamente sí.
Una década después del último lanzamiento de una gran producción de Hollywood en VHS -"Una historia de violencia", de David Cronenberg- ha estado surgiendo un movimiento para proteger y preservar el obsoleto formato.
En 2015, Yale se convirtió en la primera universidad en coleccionar activamente cintas de VHS e incorporó una colección de 2.700 a su librería porque, según David Gary, el bibliotecario de Historia Americana, "estas películas son valiosas como artefactos históricos y culturales".
Aunque no estaban a la altura de los discos en vinilo, cuyas carátulas daban espacio a las artes plásticas y a la palabra, "las cubiertas de las cajas son maravillosas", en opinión de Gary.
"Muchas de las películas de bajo presupuesto que no eran tan buenas necesitaban que el arte de las tapas de las cajas en las que venían fuera muy bueno, para atraer y vender", le explicó el bibliotecario a Yale News.
Adentro de las cajas
Pero para los entusiastas, que aunque están en la minoría son más de los que te imaginas, no se trata únicamente de juzgar el casete por la portada.
El paseo a escoger la película que querías ver era parte del entretenimiento. |
Señalan que el paso de VHS a DVD significó el sacrificio de una riqueza cinematográfica que nunca fue transferida a nuevos formatos y también de toda una cultura.
Su aparición fue tierra fértil para que brotaran nuevos géneros, desde los de mala calidad que causaron pánico moral en los 80, pasando por experimentos artísticos hasta películas de acción que iban directo a video y sirvieron de plataforma para estrellas como Matthew McConaughey.
Se estima que hasta un 50% de las obras que estuvieron disponibles en VHS nunca fueron lanzadas en otros formatos, y podrían desaparecer para siempre.
No todo era tan color de rosa...
No todos los recuerdos son agradables. |
De hecho, apenas tuvimos la posibilidad de comprar la tecnología que destronó al VHS, no fue siquiera necesario explicar las razones para abandonarlo.
No más máquinas que se tragaran dichas cintas en el punto crucial de la historia que estábamos disfrutando. No más remordimiento y horror al darte cuenta de que habías grabado encima del video de la boda de tus padres. No más fantasmas de grabaciones anteriores. No más cintas rayadas, empolvadas, mojadas...
¡Y la calidad!
Pasamos de ver imágenes de televisión que nos recordaban el puntillismo del neosurrealista de Georges Seurat a poder contarle las arrugas a los galanes y las damiselas.
Paradójicamente, esa es una de las razones por las que los entusiastas prefieren algunas obras en VHS.
"Hay películas que se ven demasiado perfectas en DVD o Blu-ray, como si nunca debieron verse así de bien. Se ven los errores que cometieron, el maquillaje mal aplicado y todo lo demás".
"En cambio, si las ves en VHS, la experiencia es más parecida a la de los autocines retro o los teatros de cine de antes, que es como el director quería que la vieras", explica uno de los fans en un foro.
Y la nostalgia... ¿por qué no?
"Era toda una experiencia ir a la tienda de videos el fin de semana con tu papá a rentar alguna película. Recorrías el lugar, hipnotizado con los títulos, siempre había esa sección de horror un poco más escondida", recuerda Dale Lloyd, cuya colección es de unos 5.000 casetes y regularmente organiza veladas de cine.
"La nostalgia siempre juega un papel importante entre los entusiastas".
"A diferencia del vinilo, que suena mucho mejor que cualquiera de sus rivales, el VHS es inferior a lo que se inventó después. Pero los directores que hicieron películas producidas en esa época no lo hicieron con cámaras de vanguardia ni Blu-ray ni alta definición en mente", le explica a la BBC.
"En ese tiempo los directores no querían que vieras todos y cada uno de los detalles, y por eso el efecto con la textura de la imagen del VHS es distinto. Una película como "Halloween" se ve muy bien en Blu-Ray pero el horror tiene más impacto en VHS", opina.
Fue el formato que trajo el cine a casa, pero lo que vino después lo superó con creces. |
No obstante, para la mayoría de nosotros, esas seis letras que solían ser tan mentadas, VHS y VCR, pertenecen a un pasado remoto.
"Me cuesta pensar quién había estado comprando esos VCR que acaban de dejar de producir", le dice a la BBC el analista de televisión y video Tony Gunnarsson.
"La invención de esa idea de que los consumidores tuvieran películas en sus bibliotecas, sus amigos las vieran y se creara una especie de identidad dependiendo de lo que escogieran ha beneficiado mucho a la industria cinematográfica".
Entonces, ¿qué pasa ahora, en la era del streaming digital o emisión en continuo, que aparentemente le han puesto fecha de caducidad a los objetos que contienen obras audiovisuales?
Pues los números muestran otra realidad: los formatos físicos son tan populares como el streaming, incluso en mercados desarrollados como Estados Unidos.
Son míos
Dime qué ves y te diré quien quieres ser. |
"Siempre habrá un mercado. Esa satisfacción de ir armando una biblioteca y de tener esos discos físicos no se puede traducir a la experiencia digital", señala Tania Loeffler, analista de sistemas de entretenimiento en IHS Technology.
"A los consumidores les incomoda la idea de propiedad en línea porque se preguntan '¿realmente es mío?'".
"Con un DVD o Blu-Ray sabes que definitivamente que es tuyo, se lo puedes prestar a un amigo y lo puedes dar de regalo".
Todas ventajas que tiene el VHS y que de hecho fueron creadas con su invención, señalan los entusiastas del condenado formato.
Es posible que su lucha pueda lograr preservarlos por un tiempo, pero pocos esperan una resurrección como la de los discos de vinilo.
Como dice otro verso de la canción de The Buggles: "No podemos rebobinar, ya hemos ido demasiado lejos".