Una acción tan cotidiana como apagar una vela difícilmente podría provocar un accidente. Pero a Ashley Brawley le ocurrió.
Como parte de su rutina, la mujer adornaba el aire de su living con una vela aromatizadora. Tras cumplir su objetivo, se dispuso a soplar la llama para apagarla.
Sin embargo, lo que ocurrió después fue desastroso: Ashley recibió una llamarada en su cara que la dejo con quemaduras de segundo grado, quedando en recuperación en un hospital de la zona.
La historia fue compartida por su esposo, Cody, quien publicó un registro de una cámara de seguridad que muestra el momento exacto del accidente.
Advertimos que la imagen podría herir sensibilidades, favor de ver a conciencia.
Según relató la mujer a People: "Me estaba secando el pelo cuando olí algo que se quemaba y cuando fui a la sala vi la veladora en llamas e intenté apagarla soplándola. En un millón de años imaginé lo que pasaría".
En una declaración al medio antes citado, la firma donde compraron la vela, Bath & Body Works, pidió disculpas al matrimonio y les ofreció una gift card de 25 dólares para cubrir el costo de la malograda vela y que esperan mantener contacto para monitorear la evolución de la joven.
Ashley, quien se encuentra en pleno proceso de recuperación, es enfática: "Nunca más usaré velas".