Solve for Tomorrow coronó a un nuevo ganador en Chile
Solve for Tomorrow es un programa educativo impulsado por Samsung a nivel global y ejecutado por Fundación País Digital. El programa busca acercar a estudiantes de enseñanza media a la tecnología a través de instancias de formación basadas en el Design Thinking e incentivarlos a usar las STEM (siglas en inglés para Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) para encontrar soluciones a los problemas sociales que enfrentan sus comunidades.
El 10 de mayo se lanzó una nueva versión de su concurso el que invita a todos los jóvenes de enseñanza media de Chile, entre 14 y 19 años, a postular ideas.
Cinco finalistas del concurso
D-Microtico: El proyecto busca abordar el problema de los microplásticos (MPs) en los alimentos envasados mediante la creación de un detector de MPs.
Electricistas del Sonido: Se propone utilizar la energía del sonido de los automóviles en autopistas urbanas para generar luz en áreas con alta delincuencia.
Elektronet: Se propone aprovechar la radiación electromagnética de los sistemas Wi-Fi para generar energía eléctrica mediante una antena que capte las ondas de radiofrecuencia y las convierta en electricidad.
Project Kingston: Se propone "TEAcompaño", un videojuego que ayuda a estudiantes con autismo a mejorar habilidades de comunicación e interacción social en el entorno escolar.
Seekers-Of-Silence: El proyecto aborda la contaminación acústica en la comunidad educativa. Se creará un dispositivo con una aplicación para detectar y controlar los niveles de ruido en tiempo real.
Seekers of Silence de Quilpué fue el proyecto ganador
El proyecto ganador fue Seekers of Silence, abordó la contaminación acústica en las comunidades educativas. Las luces LED reflejan los decibeles captados, y la aplicación notifica a los adultos responsables si se supera el límite.
“Es una liberación tan grande, hemos estado trabajando seis meses de corrido, hemos sufrido como nunca, el profe teniendo que hacer espacio para estar con nosotros. Nosotros confinados en una oficina trabajando todo el rato, en tratar de hacer las cosas lo mejor posible, llegar acá, darlo todo y que finalmente haya valido la pena es inexplicable”, comenta Benjamín Labra del Colegio Esperanza de Quilpué.