Una de las historias virales más polémicas ocurridas en Rusia el año pasado acaba de añadir un nuevo capítulo.
En junio pasado se conoció en Internet que una conocida instagramer de 35 años, Marina Balmasheva, se había divorciado de su esposo de hace 13 años, Alexey Shavyrin, para iniciar una relación sentimental con el hijo de este, Vladimir, que en ese momento tenía 20 años (hoy 21).
Como si no bastara con el hecho de que la influencer conoció al joven cuando solo tenía 7 años, uno de los motivos que tuvo la pareja para dejar de esconderse fue que ella quedó embarazada. Sí, embarazada de su hijastro.
Una publicación en su cuenta de Instagram despertó una serie de críticas por parte de sus seguidores, donde Balmasheva aparece junto a Vladimir entregándole el test de embarazo positivo.
En el posteo señaló que tiene apenas un mes de embarazo y admitió que con su pareja habían decidido casarse debido al bebé. "Estoy cansada de esconderme. Todo es posible en este mundo. Estoy embarazada de un mes y por eso decidimos casarnos", escribió la influencer.
Pues bien, pasaron los meses, el embarazo se desarrolló de excelente manera y la pareja le dio la bienvenida a su primer bebé aún sin nombre: una niña que pesó 3,6 kilos y midió 50 centímetros.
Marina Balmasheva contó cómo fue el proceso del parto y que Vladimir tuvo algunos problemas para acompañarla por las restricciones con respecto a la pandemia del coronavirus pero que, a pesar de todo, "¿importa mientras tengamos esas mejillas?", refiriéndose a la llegada de la pequeña.