Quizá lo recuerdes, hace algunos meses la empresa de Robert De Niro inició acciones legales por 6 millones de dólares contra una ex empleada, acusándola de malversación de dinero y de mirar a Netflix mientras trabajaba.
Ahora es dicha trabajadora, Graham Chase Robinson, la que denuncia al actor por, supuestamente, haberla sometido a "contactos físicos no deseados", dedicarle repetidos comentarios ofensivos y obligarla a que se hiciera cargo de tareas domésticas que no se les requería a empleados masculinos.
Según la demanda obtenida por TMZ, -presentada en un tribunal federal de Nueva York- Robinson afirma que fue contratada por el actor en 2008 como su asistente ejecutiva. La mujer, que ese entonces tenía 25 años, indica que De Niro le hablaba de manera "hostil, abusiva e intimidante" y se refirió a ella como "una perra" y "una mocosa".
Tras esta acusación, la demandante exigió ser compensada con al menos 12 millones de dólares (unos 8 mil millones de pesos chilenos) por salarios perdidos y por daños, y acompañó su escrito de un furioso mensaje de voz que De Niro supuestamente dejó en su teléfono en una ocasión.
Por su parte, la mujer negó en su reciente demanda las acusaciones y asegura que el movimiento de la empresa se produjo al saber que ella planeaba acudir a la justicia para denunciar a De Niro.