Renée Zellweger fue imbatible en esta temporada de premios. La actriz estadounidense de 50 años, reconocida por su papel central en la saga cinematográfica de "El diario de Bridget Jones", se quedó con el premio Oscar a Mejor Actriz por su papel en la película "Judy". El galardón llegó después de haber ganado los Independent Spirit Awards —celebrados este sábado—, el SAG, el Globo de Oro y el de los Premios del Cine Independiente Británico.
Desde el inicio fue la favorita para llevarse la estatuilla dorada. Una suerte de recompensa y desquite luego de años viviendo situaciones incómodas en la industria producto de su apariencia personal, donde le achacaron intervenciones estéticas que siempre ha negado.
Incluso, en 2016 envió una carta a The Huffington Post llamada "Podemos hacerlo mejor" como respuesta a la constante comidilla sobre si se había realizado o no algún tipo de cirugía en su rostro.
"No es un secreto que el valor de las mujeres fuera medido históricamente por su apariencia (...) muy flaca, muy gorda, envejecida, morena, con celulitis, un estiramiento facial escandaloso, gordita o embarazada. Feos zapatos, feos pies, fea sonrisa, feas manos, feo vestido, fea carcajada", escribió en aquella oportunidad.
"Eso puede tener consecuencias en los prejuicios, conformidad, igualdad, propia aceptación, bullying y salud", añadió, criticando también a los medios de comunicación por prestarse para tales situaciones: "No es que le importe a nadie, pero no tomé la decisión de cambiar mi cara y operarme los ojos. Este hecho no es relevante para nadie, pero que la mera posibilidad fuera discutida por los periodistas serios y se convirtiera en tema de conversación generalizada es una desconcertante ilustración de la confusión entre noticias/entretenimiento y la fijación social por lo físico".
Ese mismo año, pudo haber sufrido un incómodo momento a distancia cuando el actor Hugh Grant, con el que compartió reparto en "El diario de Bridget Jones", no pudo reconocerla en un programa de la televisión estadounidense.
Con su triunfo por "Judy" —una cinta biográfica sobre la actriz, cantante y activista Judy Garland, protagonista de "El mago de Oz" (1939)—, levantó la estatuilla dorada por segunda vez en 16 años, luego de su triunfo como Mejor Actriz de Reparto en "Regreso a Cold Mountain" (2004).