Yulia Tarasevich, una reina de belleza de origen ruso, acusó que no puede cerrar los ojos ni sonreír por culpa de una cirugía estética mal hecha.
La finalista de Miss Rusia en 2020 se sometió a una cirugía plástica en una clínica en Krasnodar, donde desembolsó unos $4 mil dólares.
Según recogió New York Post, Tarasevich acusó que "llegué a ellos con un rostro hermoso y saludable. Solo quería corregir algunos matices causados por el envejecimiento".
La cirugía a la que se habría sometido, según su testimonio, fue un estiramiento facial, una blefaroplastia de párpados, la eliminación de exceso de piel y reducción de grasa en las mejillas.
Sin embargo, todo habría salido mal tras la intervención de los doctores Andrey Komarov y Omar Khaled, quienes niegan su responsabilidad alegando que ella padecía de esclerodermia, una rara condición genética que causa endurecimiento de piel.
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"Tengo cicatrices que se formaron en mis mejillas cuando me arrancaron todo el tejido", acusó Tarasevich, quien afirmó que "mis ojos no se cierran y no puedo sonreír".
"No puedo levantar mi labio superior. Una parte de mi cara no funciona en absoluto", complementó, precisando que incluso se había hecho otras intervenciones en el pasado, como una cirugía plástica y una rinoplastía que salieron "perfectos, sin anomalías genéticas".
Por lo pronto, la mujer pretende que los profesionales que la atendieron asuman sus responsabilidades en el caso, por lo que no se descarta que avance en la justicia.
De acuerdo a su versión, Tarasevich ha gastado alrededor de $27 mil dólares en cirugías de seguimiento y estaría en observación debido a una posible necrosis que podría afectar a sus ojos.
Y desde febrero que el Comité de Investigación de Rusia afirmó que los profesionales están siendo seguidos de cerca por una investigación de presunta violación de leyes sobre la "seguridad de la vida y la salud".