Realeza británica en medio de la polémica por boda que se financiará con fondos públicos
Gran Bretaña se prepara para una nueva "Boda Real" protagonizada por la nieta de la reina Isabel II, Eugenia de York y el banquero Jack Brooksbank.
La hija menor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson contraerá nupcias el próximo viernes, en una ceremonia que se extenderá por dos días, en la que contarán con una serie de atracciones, puestos de comida y juegos típicos para entretener a los cerca de 850 invitados.
Asimismo, la corona británica desembolsará cerca de 1900 millones de pesos en refuerzos de seguridad, fondos que provienen de las arcas públicas de la ciudadanía inglesa. Esta situación ha puesto en alerta al pueblo británico.
La asociación antimonárquica Repúblic publicó un comunicado que insta al gobierno a no comprometer fondos públicos para la boda de la princesa.
"Solicitamos a la Cámara de los Comunes que inste al gobierno a no comprometer dinero público para la boda de la princesa Eugenia y Jack Brooksbank, y que publique un informe de todos los costos para los contribuyentes", dice una parte de la petición que posee más de 35 mil firmas a favor.
Eugenia no asume compromisos reales ni tiene agenda, esto quiere decir que no tiene un cargo o trabajo volcado al servicio de los ciudadanos. Para la organización los contribuyentes no deberían subvencionar una boda privada.
"Si los miembros de la familia real quieren convertir una boda privada en un ejercicio público de relaciones públicas, deben pagar. El contribuyente debe saber quién financia qué, de dónde proviene el dinero y el impacto que tendrá la boda en los presupuestos locales y de la policía", argumentan.