Qué es el "superacné" y cómo tratarlo
Para muchas personas con acné, las cremas y curas cutáneas no son suficientes para hacer desaparecer los granos y marcas que tanto dificultan su día a día.
Son muchos quienes recurren a los antibióticos, a veces excediéndose en el tratamiento, con la esperanza de devolver un aspecto saludable a su piel.
Pero a veces el remedio puede ser peor que la enfermedad.
Según un estudio publicado esta semana con motivo de la conferencia anual de la Asociación Británica de Dermatólogos -en el que los expertos analizaron 928 casos- el abuso de los antibióticos está creando un efecto "rebote".
Es lo que los especialistas llaman "superacné": un tipo de acné resistente a los antibióticos.
"Es, desde luego, una preocupación de la que tienen que ser conscientes tanto médicos como pacientes", le contó a BBC Newsbeat la doctora Heather Whitehouse, especializada en afecciones de la piel.
Pero ¿en qué consiste este acné resistente a los antibióticos y cuál es el tratamiento más indicado para lidiar con él?
Cicatrices "resistentes"
La advertencia general por parte de la comunidad médica estipula que si los antibióticos no funcionaron después de tres meses, el paciente debe ser referido a un especialista.
Y desobedecer esta recomendación puede resultar en cicatrices o marcas aún más difíciles de tratar.
Sin embargo, de acuerdo con la investigación, el promedio del tratamiento previo con antibióticos es de seis meses y medio.
Y a veces este fragmento temporal se sobrepasa de forma exagerada: en el caso de un paciente, esta cifra ascendió hasta siete años.
De acuerdo con la investigadora y dermatóloga Alison Layton, esta situación "podría causar la aparición de Propionibacterium acnes -la bacteria implicada en la aparición de ciertos acnés- resistentes a los antibióticos, dificultando aún más el tratamiento en algunos casos".
"Es preocupante que el uso de los antibióticos orales pueda fomentar también la resistencia a otras bacterias no vinculadas con el acné", agregó Layton.
¿Qué es el acné?
- Es una enfermedad de la piel muy habitual, caracterizada por la aparición depuntos negros y blancos, y granos con pus
- Suele comenzar en la pubertad y puede ser más o menos grave
- Hay un tipo de acné que afecta a casi todos los jóvenes de entre 15 y 17 años
- Para la mayoría de los afectados suele desaparecer al final de la adolescencia, pero en algunos casos persistirte durante más tiempo o incluso aparece más adelante
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Situación desesperada
Lucy Arnold desarrolló acné cuando tenía 22 años.
"Mi rostro, mi espalda y mi pecho estaban completamente cubiertos (de marcas de acné)", le contó Lucy a la BBC.
Al igual que para muchas otras personas que sufren la enfermedad, el acné le afectó enormemente en su día a día. "Era muy duro para mí. Me volví un poco solitaria. Mi piel era horrible", explicó la muchacha.
"Lloraba al quitarme el maquillaje. Me cambió y perdí mucha confianza en mí misma".
Lucy, que ahora tiene 25 años, trabajaba como maestra de cerámica. "Los niños me preguntaban qué me pasaba en la cara y eso me disgustaba y angustiaba enormemente", relató.
La joven probó diferentes tipos de antibióticos, pero ninguno parecía funcionar.
Se sentía desesperada y comenzó a buscar tratamientos alternativos en internet.
"Probé con cápsulas de cúrcuma. Probé algunos productos y después probé a no utilizar ninguno; también el pasto de trigo, una 'dieta limpia', a no comer gluten y luego nada de lácteos", recuerda.
"Traté lo imposible durante los últimos años para intentar provocar un cambio en mi piel", aseguró Lucy.
Uso "responsable"
Pero entonces, ¿cuál es la mejor opción?
"Los antibióticos son solo un elemento para tratar el acné. Hay otras opciones", explica la doctora Whitehouse
"Si tu acné es más leve existen buenas cremas", dice la especialista.
"Una vez que el acné está bajo control puedes dejar de tomar los antibióticos en tableta y continuar usando cremas para mantener los efectos beneficiosos en la piel", agrega.
Según la especialista, "usar crema junto con antibióticos en tableta reduce las probabilidades de que se llegue a desarrollar la resistencia".
Después de tres años, a Lucy le remitieron a un especialista de la piel, quien le prescribió un fuerte medicamento que parece estar funcionando.
A pesar de los efectos secundarios, la joven dice que merece la pena y que su piel está "más despejada que nunca".
"Hay muchos tipos diferentes de antibióticos y alternar su uso puede ayudar", dice Whitehouse.
"Queremos poder seguir usando los antibióticos, pero, para que sean más efectivos, tenemos que ser responsables a la hora de prescribirlos", concluye la dermatóloga.