Un profesor francés que tiene su cuerpo completamente tatuado, incluyendo el rostro, dice haber sufrido de los prejuicios y la discriminación por su particular apariencia.
Sylvain Helaine, de 35 años, declaró que sus tatuajes le costaron un empleo en un jardín de niños porque "asustaba" a los pequeños alumnos.
En entrevista con Reuters, el hombre —que actualmente educa a niños desde los 6 años— contó que en 2019 la directiva de la escuela primaria Docteur Morere en Palaiseau, un suburbio de París, decidió despedirlo un par de meses después de que un apoderado se quejara porque su hijo tenía pesadillas con él.
El niño en cuestión, eso sí, no era su alumno directo.
"Creo que la decisión que tomaron fue bastante triste", expresó Helaine. El establecimiento educacional, de hecho, reconoció que llegaron a un acuerdo de terminar con sus funciones porque los estudiantes más pequeños "podrían asustarse por su apariencia", de acuerdo a las palabras de un portavoz.
Pese a todo, el docente dijo que seguiría haciendo carrera en la profesión que eligió: "Soy profesor de escuela primaria... Amo mi trabajo".
Incluso, en la actualidad, dijo que "todos mis alumnos y sus padres siempre fueron buenos conmigo porque, básicamente, me conocían". "Solo cuando la gente me ve de lejos puede asumir lo peor", añadió.
Y espera inculcarles a los niños la tolerancia y la aceptación con las personas que son diferentes. "Quizás cuando sean adultos serán menos racistas y menos homofóbicos y de mente más abierta", cerró Helaine.