¿Por qué la OMS ahora recomienda no afeitar la zona del cuerpo que te van a operar?
Todos los que alguna vez hemos sido sometidos a una operación hemos pasado por el mismo proceso: antes de entrar al quirófano, a veces con delicadeza y otras con más torpeza que pericia, una enfermera nos depila la zona que nos van a cortar.
Las consecuencias de este acto que despeja el terreno y facilita la visión al cirujano suelen ser molestas, ya que a la picazón que produce la cicatrización de la herida hay que añadirle el picor típico que provoca el nacimiento del vello nuevo.
Sin embargo, según las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, esta medida no sólo no es necesaria sino que además resulta contraproducente.
Las Directrices Mundiales para la Prevención de las Infecciones Quirúrgicas, publicadas recientemente por la OMS, recomiendan evitar depilar o afeitar la zona donde se hará la incisión y, en caso de ser necesario, sugieren hacerlo con una máquina para cortar el cabello y no con una cuchilla.
"El afeitado puede de hecho aumentar el riesgo de que se produzcan cortes microscópicos o traumatismos en la piel, y la evidencia nos dice que es beneficioso no eliminar el vello o simplemente cortarlo en caso de que sea absolutamente necesario", explicó Ed Kelley, director del Departamento de Prestación de Servicios y Seguridad de la OMS.
La recomendación hace referencia tanto al afeitado previo como durante el procedimiento quirúrgico.
Esta advertencia es una de 29 recomendaciones elaboradas por un panel de 20 expertos que basaron sus conclusiones en evidencias científicas y que se proponen reducir el número de infecciones quirúrgicas.
Estas infecciones son causadas por las bacterias que ingresan a nuestro organismo a través de las incisiones que tienen lugar durante una cirugía.
Según la OMS, el 11% de los pacientes que ingresan a una sala de operaciones sufren una infección durante el proceso.
Antibióticos: antes y durante, no después
Otra de las recomendaciones gira en torno al uso de antibióticos.
Estos deben suministrarse antes (2 horas) y durante la operación y no después de la misma.
"Deben suministrarse antes del corte para obtener la cantidad máxima de antibióticos en la sangre para matar a las bacterias en el momento de la incisión, pero después no hacen falta, salvo si el paciente tiene una infección", afirmó Sally Davies, una de las expertas que participó en la elaboración de las directrices.
La evidencia, dijo, demuestra que no sirven para prevenir infecciones si se suministran a posteriori.
El documento también recomienda, entre otras cosas, que el paciente se bañe o se duche antes de la operación con jabón neutro o antibacteriano.
Asimismo, explica cómo el equipo médico debe lavarse las manos, qué desinfectantes se deben usar antes de una incisión, que suturas utilizar y cuáles son las mejores vendas y batas para evitar infecciones.