Ya sea por alergia, el polvo o un resfriado, comúnmente podemos sentir ganas de estornudar. De esta manera, nuestro cuerpo expulsa irritantes de las fosas nasales.
Para estornudar participan distintas partes de nuestro cuerpo: el cerebro recibe una señal de irritación nasal, envía una orden de contracción desde los músculos del esófago hasta el esfínter.
Luego, los músculos abdominales, diafragma, pecho, esfínteres, pulmones, párpados y a veces los de la garganta, trabajan juntos para estornudar.
Aunque pueda ser molesto estornudar, sobre todo en espacios públicos, reprimir un estornudo podría ser perjudicial, por lo que en ninguna circunstancia debes evitarlo.
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Por qué no deberías evitar un estornudo
Según consignó la revista UNAM Global, antes de estornudar inhalamos hasta dos litros y medio de aire, que se expulsa a una velocidad de hasta 70 km/h y puede alcanzar hasta 8 metros.
Así, evitar un estornudo -y contener toda esa energía- puede causar daños como roturas vasculares, sangrado nasal, hemorragias en la conjuntiva ocular, aneurisma cerebral, inflamación nasal o timpánica, dolor de oído, mareos, alteraciones auditivas y dolor de cabeza.
Además, hay otros daños que ocurren con mucha menor frecuencia como rotura de costillas o desgarre de garganta.
Cómo se debe estornudar
De todas maneras, aunque no se deba reprimir un estornudo, ya sea cerrando la boca y/o tapando la nariz, expertos recomiendan siempre “cubrir” el estornudo con un pañuelo, que luego se debe desechar, para evitar el contagio de posibles enfermedades.
En caso de no tener un pañuelo puedes ocupar el antebrazo, pero no se recomienda utilizar las manos, ya que es más fácil propagar el virus al momento de saludar a alguien, tocar algo o al tomar un pasamanos.
De hecho, "cubrir" un estornudo con las manos también puede ser perjudicial para nosotros mismos, por ejemplo, al tocar nuestra nariz y nuestros ojos, podríamos enfermarnos.
Si tienes alcohol gel o la posibilida de de lavarte las manos con agua y jabón, házlo de manera frecuente.