¿Nos hemos convertido en una sociedad que se preocupa demasiado por lo que los demás piensen de nosotros?
Y tú, ¿eres de los que se preocupan mucho por el 'qué dirán'?
Es más, ¿siquiera importa?
La ciencia
La respuesta es: a veces sí, especialmente cuando causa ansiedad o aflicción.
Las vidas de muchos son considerablemente más públicas de lo que jamás antes en la civilización.
No sólo eso, las redes sociales exigen que en cada momento opinemos de lo que los otros suben y, por supuesto, que todos opinen sobre nosotros.
¡Hasta no opinar es una opinión!
En este mundo tan crítico -y en momentos hasta sentencioso- a menudo estamos tentados a proyectar una imagen nuestra perfecta.
Y es que los humanos estamos programados a ser conscientes de la manera en la que otros nos perciben.
Los científicos han podido identificar las regiones del cerebro que reaccionan intensamente por las emociones y los sentimientos de vergüenza o culpa provocan tal actividad que iluminan la pantalla.
La evolución y la experiencia social nos han enseñado a que nos importe la opinión de los otros, pero a veces nos preocupamos demasiado sin fijarnos en la realidad.
Aunque debemos estar atentos para percibir el peligro que el rechazo de otros significa para poder salvarnos, también debemos cuidarnos de intuir repudio cuando no existe.
Además, es importante no tratar de agradarle a todo el mundo.