Hace unos 66 millones de años, un asteroide más grande que el Everest se estrelló contra la Tierra y acabó con tres cuartas partes de la vida del planeta, incluidos los dinosaurios.
Esto es lo que sabemos. Pero la forma exacta en que el impacto del asteroide Chicxulub provocó la extinción de todos esos animales sigue siendo objeto de debate.
Últimamente, la teoría más popular era que el azufre del impacto del asteroide -o el hollín de los incendios forestales que provocó- sumió al mundo en un largo y oscuro invierno, matando a todos salvo a unos pocos afortunados.
Una hipótesis reafirmada
Sin embargo, una investigación publicada este lunes (30.10.2023), basada en partículas halladas en un yacimiento fósil clave, reafirmó una hipótesis anterior: que el invierno provocado por el impacto fue causado por el polvo de silicato derivado de dicho asteroide.
El fino polvo de silicato procedente de la roca pulverizada habría permanecido en la atmósfera durante 15 años, haciendo descender la temperatura global hasta en 15 grados centígrados, según afirman los investigadores en un estudio publicado en la revista Nature Geoscience.
En 1980, los científicos Luis y Walter Álvarez, padre e hijo, propusieron por primera vez que los dinosaurios murieron a causa del impacto de un asteroide que cubrió el mundo con este polvo.
Su afirmación fue recibida con cierto escepticismo hasta que, una década más tarde, se descubrió el enorme cráter de Chicxulub en lo que hoy es la península de Yucatán, en el Golfo de México.
Ahora, los científicos están de acuerdo en que Chicxulub fue el responsable. Pero la idea de que fue el azufre, y no el polvo de silicato, lo que causó el impacto invernal se ha hecho "muy popular" en los últimos años, dijo a AFP Ozgur Karatekin, investigador del Real Observatorio de Bélgica.
Karatekin, coautor del estudio, explicó que esto se debe a que se pensaba que el polvo del impacto no tenía el tamaño adecuado para permanecer en la atmósfera el tiempo suficiente.
Un yacimiento fósil clave
Para realizar el estudio, el equipo internacional de investigadores pudo medir las partículas de polvo que se creía que habían caído justo después del impacto del asteroide. Las partículas se encontraron en el yacimiento fósil de Tanis, en el estado norteamericano de Dakota del Norte.
Aunque se encuentra a 3.000 kilómetros del cráter, el yacimiento ha conservado una serie de hallazgos notables que se cree que datan de justo después del impacto del asteroide en las capas de sedimentos de un antiguo lago.
Según los investigadores, las partículas de polvo tenían entre 0,8 y 8,0 micrómetros, el tamaño justo para permanecer en la atmósfera hasta 15 años, mientras que el azufre permaneció entre ocho y nueve años.
Al introducir estos datos en modelos climáticos similares a los utilizados para la Tierra actual, los investigadores determinaron que el polvo probablemente desempeñó un papel mucho más importante en la extinción masiva de lo que se pensaba.
De todo el material que el asteroide disparó a la atmósfera, calcularon que se trataba de un 75 por ciento de polvo de silicato, un 24 por ciento de azufre y un uno por ciento de hollín.
Las partículas de polvo "paralizaron totalmente la fotosíntesis" en las plantas durante al menos un año, provocando un "colapso catastrófico" de la vida, según Karatekin.