Dasha Fincher es una mujer estadounidense que hace noticia en estos días por haber pasado tres meses en la cárcel tras ser acusada de un delito que no cometió. Y todo por consumir algodón de azúcar.
¿Qué fue lo que ocurrió? Todo empezó el 31 de diciembre de 2016 cuando dos oficiales de la policía la hicieron detenerse mientras manejaba porque creían que los vidrios de su automóvil estaban demasiado oscuros.
Si bien en la revisión no encontraron ninguna ilegalidad en el color de los vidrios, a los oficiales Cody Maples y Allan Henderson les llamó la atención una bolsa plástica abierta en el piso del vehículo que contenía una sustancia color azul y de forma ovalada.
La explicación de Fincher era que se trataba de algodón de azúcar que aparentemente llevaba un tiempo. Sin embargo, ante las dudas los policías practicaron una prueba de sustancia con una máquina apta para ello, la que para mala suerte de la mujer otorgó un falso positivo.
Debido a este resultado, Fincher fue acusada de tráfico y posesión de metanfetaminas y enviada a la cárcel con una fianza de un millón de dólares, unos 676 millones de pesos, cifra que le era imposible de pagar, por lo que permaneció tres meses encerrada.
El terrible malentendido fue aclarado en marzo de 2017, cuando una nueva prueba, esta vez, confirmó que en éste no había ningún tipo de droga y que efectivamente se trataba de algodón de azúcar.
A casi dos años del incidente, la mujer decidió demandar al condado, a los dos policías y la empresa encargada de la prueba que otorgó el falso positivo, pidiendo una indemnización por una cifra que tendrá que ser determinada por el jurado.
Según indicó Vice, la mujer alegó que el tiempo que estuvo detenida le impidió estar presentes en eventos importantes para su familia, como el aborto espontáneo que sufrió una de sus hijas y el nacimiento de dos nietos gemelos.