La polémica está servida: Científicos de la Universidad de Copenhague aseguran que están más cerca de crear una píldora que imite los efectos del ejercicio físico en el cuerpo humano.
Algunos pueden llegar a imaginar que con ella se puede reemplazar ir al gimnasio o salir a correr, sin embargo, expertos consultados por BBC Mundo se muestran escépticos, cuando no preocupados.
Los investigadores están esperanzados. "Este nuevo hallazgo servirá para crear una píldora que imite los efectos del ejercicio físico y recree esas acciones en nuestro cuerpo", le contó a BBC Mundo Erik Ritcher, director del Departamento de Fisiología Molecular de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), encargada del proyecto, en colaboración con el Charles Perkins Centre de Sidney, Australia.
Las últimas investigaciones permitieron descubrir, por primera vez, qué sucede realmente dentro de los músculos de nuestro cuerpo, a nivel molecular, cuando hacemos deporte.
Jorgen Wojtaszewski, otro de los científicos involucrados, aclara que esa "pastilla del ejercicio" podría ser útil "para personas con grandes problemas de invalidez o de obesidad extrema".
Pero algunos expertos en medicina del deporte temen que la comercialización de este tipo de medicamento fomente, todavía más, el sedentarismo en nuestra sociedad.
Un mensaje engañoso
"Este nuevo hallazgo permitirá,
en un futuro, crear una píldora que imite
los efectos del ejercicio físico y
recree esas acciones en nuestro cuerpo",
Erik Ritcher, Universidad de Copenhague
"El mensaje que está recibiendo la población es muy engañoso, al igual que sucede con las dietas milagro", dijo a BBC Nuria Garatachea doctora en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, y coautora del ensayo científico Exercise is the Real Polypill (el ejercicio es la verdadera "polipastilla").
Garatachea -investigadora y entrenadora personal acreditada- asegura que la comercialización de esta "pastilla del ejercicio" podría ser "perjudicial para la sociedad" porque "corremos el riesgo de que la población se vuelva todavía más sedentaria".
"El ejercicio físico es muy variado y todavía nos falta mucho por conocer sobre los efectos de las vías moleculares que se activan en nuestro organismo cuando lo practicamos", explica.
"Tenemos una herramienta muy poderosa en nuestras manos, que es el ejercicio físico. Llevamos millones de años practicándolo ¿y ahora queremos prescindir de él?".
"No estamos programados para estar sentados; nuestro ADN nos pide ejercicio, biomecánica y enérgicamente", asegura la experta.
Cada vez más cerca
Pero, de acuerdo con Richter, "las investigaciones están avanzando cada vez más" y el nuevo enfoque de los últimos descubrimientos hará posible el desarrollo de esa píldora, aunque "todo dependerá de las próximas investigaciones y del apoyo que obtengamos".
La nueva investigación reveló "más de 1.000 reacciones moleculares -hasta ahora desconocidas- en los músculos que están expuestos a la actividad física", según fuentes de la Universidad de Copenhague.
Para ello, los científicos utilizaron una técnica llamada espectometría de masas, un método avanzado para identificar moléculas, y analizaron biopsias moleculares en cuatro hombres sanos, antes y después de realizar 10 minutos de ejercicio intenso.
Y los experimentos continúan su curso: "Ahora tenemos que descubrir cuáles de esas moléculas son las más importantes y tienen una mayor relación con la salud y el ejercicio", explicó Richter.
"Para ello, estamos realizando experimentos con animales genéticamente modificados, en colaboración con la Universidad de Sidney".
"El ejercicio físico es insustituíble"
"Corremos el riesgo de que la población
se vuelva todavía más sedentaria".
Nuria Garatachea, experta en salud y deporte.
Pero los expertos en salud y deporte se llevan las manos a la cabeza.
"El ejercicio es insustituíble y una píldora no podría reemplazar sus efectos", le dijo a BBC Mundo Jesús María Pérez, gerente del Consejo General del COLEF en España.
"Al márgen de que un pildora pueda producir realmente esos efectos fisiológicos, habría que ver qué tipo de variables sustituyen al gimnasio en cuanto a condición física y metabolismo energético", explicó Pérez.
"Una píldora no podría sustituir al ejercicio en competencias funcionales -movimiento- variables psicológicas, ansiedad, depresión, fatiga o autoconfianza- o en los factores sociales derivados de la práctica deportiva regular".
"En el mundo de la condición física y en las ciencias del deporte hay muchos mitos y productos del marketing que ofrecen milagros que no están basados en evidencias científicas", agregó.
La nota emitida por la Universidad de Sidney señaló que el descubrimiento "ayudará a revelar nuevos mecanismos biológicos relativos al ejercicio y será una fuente fundamental para futuras investigaciones fisiológicas".
"Inicialmente, quzás se podrían conseguir algunos efectos equiparables a la actividad física, pero hay otros que son imposibles de lograr", explica Díez.
"Los efectos negativos estarían directamente relacionados con hábitos saludables y de calidad de vida"
"Si una pastilla del ejercicio se comercializara como tal, conseguiría que el aumente el sedentarismo, la obesidad y la inactividad física".
"Quizás lograría una mejora a nivel muscular, pero faltarían muchas más cosas, por ejemplo, a nivel cardiovascular, como es el consumo de oxígeno".
"Estaríamos perdiendo más de la mitad de los beneficios del ejercicio físico".
La acepta acepta que este tipo de medicamentos podrían ser ventajosos para personas con problemas tetrapléjicos u otros problemas serios de movilidad, pero "hay que dejar claro que la pastilla no podría ser para todo el mundo, sólo debería tomarse si existe un problema real", agrega.