La cerveza puede ser uno de los bebestibles más comunes dentro de una fiesta o encuentro con amigos, sin embargo, hay un detalle que seguramente pocos han notado.
La particularidad, inadvertida por muchos, es que las botellas de cerveza poseen en su gran mayoría una tonalidad verde o café. Este hecho tiene una explicación científica que se remonta hacia dos siglos atrás, cuando el líquido comenzó a ser almacenado dentro de botellas.
Durante el siglo XIX, los fabricadores de cerveza decidieron conservar la bebida alcohólica dentro de botellas de vidrio, ya que de esta manera podrían preservar mejor su sabor y frescura.
Sin embargo, notaron que cuando dejaban las botellas expuestas al sol por mucho tiempo, la cerveza comenzaba a emanar un mal olor. Esto se debía a que los rayos UV traspasaban el vidrio, llegaban hasta la cerveza y alteraban su sabor.
La solución fue utilizar botellas de color café y verde, para impedir los efectos de los rayos UV en la bebida.
Si bien la tecnología actual permite que los fabricadores de cerveza puedan aplicar filtros UV a las botellas transparentes, el color de las botellas se ha hecho una costumbre dentro de la industria.