La colorida historia detrás de la primera mujer que se desnudó en Hollywood
Han pasado 100 años desde que Annette Kellerman se convirtió en la primera persona en aparecer desnuda en una película de Hollywood.
Pero éste fue tan solo uno de los destacados momentos en la vida de esta mujer.
En el filme, ella aparece sentada en la rama de un árbol, sus brazos extendidos hacia arriba, pero sus senos no se ven debido a que están cubiertos por su larguísimo cabello.
Puede no parecer una escena muy riesgosa para nuestros días pero para una película estrenada en 1916 fue todo un hito.
La película se llamó "Una hija de los Dioses" y Kellerman interpretó al personaje de Alicia, quien se enamoraba de un príncipe y lograba la ayuda de los habitantes de una tierra de gnomos para luchar en contra de los enemigos de su amado.
El filme -en el que aparecían también un sultán, una bruja mala, un hada buena y varios eunucos- y provocó una fuerte repercusión, aunque ninguna copia llegó hasta nuestros días.
Un aviso promocionando la historia entre los dueños de los cines de la época indicaba que había logrado "una gran taquilla en todos los lugares donde se había exhibido".
Cuando la película fue estrena en Australia, el país donde había nacido Kellerman, la revista cultural The Green Room escribió que aquél que no la viera se perdería "uno de los más grandes eventos" en la historia del país.
Pero su paso por Hollywood fue sólo una de la facetas en la vida de esta mujer, quien además fue campeona de natación, pionera de vaudeville, diseñadora de trajes de baño, doble de riesgo de actrices, mujer de negocios y gurú de la vida sana y el ejercicio.
"Ella exhibió un cuerpo de mujer espectacular, activo y en forma y llamó a otras mujeres a arrojar sus corsets y hacer ejercicio", indica Angela Woollacott, profesora de Historia de la Universidad Nacional de Australia, y añade:
"Ella se vio a sí misma como una suerte de gurú del fitness, pero otros también la consideraron un ícono de la femineidad moderna".
Su cuerpo privilegiado le debió mucho a su pasión por la natación. |
Promesa de la natación
Nacida en Marrickville, Sídney, el 6 de julio de 1887, Kellerman sufrió de raquitismo en su infancia y tomó clases de natación para fortalecer sus piernas. Para sus 13 años se había curado y para los 15 había ganado su primera carrera.
A inicios del nuevo siglo, ella había logrado romper todos los records mundiales en natación y comenzó a explotar el potencial comercial de sus habilidades: la futura actriz montó shows en los que nadaba entre peces de un acuario y se lanzó en clavados en el Teatro Real de Melbourne.
En 1905, se mudó a Reino Unido donde nadó 27 kilómetros en el río Támesis -entre Putney y Blackwall- e intentó sin éxito en convertirse en la primera mujer en cruzar el Canal de la Mancha que separa Inglaterra de Francia.
Kellerman intentó cruzar nadando el Canal que separa Gran Bretaña del resto de Europa. |
Muy pronto se volvió una estrella del espectáculo de vaudeville, tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, desarrollando un espectáculo de ballet acuático combinado con clavados.
En julio de 1907, el Herald Tribune de Chicago aconsejaba no perderse el show de Kellerman: "Ella no es sólo una experta nadadadora sino una mujer hermosa, insuperable en su traje de baño.
En Chicago, asombró a una multitud saltando al agua desde el mástil de un barco a vapor y para 1914 sus ingresos por semana ascendían a US$2.500 (el equivalente a unos US$60.000 actuales).
Pero Kellerman no sólo fue una pionera en el mundo del espectáculo sino que también cruzó fronteras en el mundo de la moda.
Creando tendencias
En su Australia natal, las mujeres que participaban en pruebas de natación usaban desde 1870 pantalones cortos, no polleras, al igual que los hombres.
Esto no estaba permitido en Reino Unido en 1905, donde Kellerman tenía que presentarse ante la familia real británica en el Club de Natación de Londres.
Viendo que una pollera le impediría nadar con eficacia, la protagonista de nuestra historia decidió improvisar, cosiendo unas medias negras en su traje de baño para hombres y fabricando así un solo traje, considerado el primero en la historia de los trajes de baño para mujeres en el siglo XX.
Su resistencia a usar polleras en la playa la llevó a prisión. |
En 1907, Kellerman fue arrestada en la playa Revere, en Boston, Estados Unidos, por vestir uno de sus trajes sin una pollera.
Pero el juez aceptó que había sido designado para hacer ejercicio y que se trataba de un comportamiento decente, sólo le pidió que usara la pollera hasta que entrara al agua.
El incidente generó una amplia publicidad y Kellerman aprovechó para producir su propia marca de trajes de baño, que se conocieron genéricamente como "Kellerman".
La escritora Mildred Adams recuerda que algunas de las personas que habían concurrido a los espectáculos de la nadadora compraron estos trajes pero la mayoría los cubrían con una pollera cuando estaban en la playa.
Las luces de Hollywood
Su fama la llevó al cine y Kellerman comenzó a actuar en pequeñas producciones. En "La hija de Neptuno", filmada en 1914, ella vistió un traje de color piel para sus escenas debajo del agua.
Dos años después, llegó el turno de "Una hija de los Dioses", descrita erróneamente como la primera producción de Hollywood que costó un millón de dólares (la revista Variety estimó que en realidad costó unos US$850.000). Las ganancias generadas alcanzaron US$1.390.000.
La película fue más que un simple intento de generar controversia y recibió generalizadas buenas críticas, aunque en algunas partes de Estados Unidos y Australia hubo intentos fallidos de prohibirla.
Kellerman marcó una época. |
A esta altura, Kellerman era toda una celebridad. En julio de 1916, el diario Washington Post le comisionó incluso un artículo sobre el comportamiento de los tiburones, luego de una serie de ataques contra bañistas en Nueva Jersey.
Su última película, "Venus de los mares del sur", fue una de las primeras cintas filmadas a color. El rodaje tuvo lugar en Nueva Zelanda y se estrenó en 1924.
Luego de su etapa de actriz, Kellerman continuó promocionándose a sí misma en su faceta de especialista en ejercicios y salud, ofreciendo consejos por correo, produciendo libros y video sobre el tema y administrando una tienda de comida naturista en California. Pero la gente la recordaba por su escena de desnudo.
"No creo que ella haya sido un personaje contradictorio sino que vivió en una época donde la femineidad en Occidente se volvió algo muy complejo y cambiante, dice Woollacott y agrega:
"Ella no se etiquetó como feminista pero en muchas formas lo era".
Kellerman regresó a Australia a vivir en la playa, cerca del Gran Arrecife de Coral.
En 1952 Metro Goldyn Mayer estrenó una película sobre su vida, "La Sirena del Millón de Dólares", protagonizada por Esther Williams, una antigua competidora de natación. Kellerman consideró que la versión ficcional de su vida era un poco desabrida.
La actriz australiana murió en 1975, a los 88 años. En sus últimos años describió "Una hija de los Dioses" como "lo mejor" que había hecho en su vida.