Con tu mascota podrías tener muchas cosas en común: escuchan la misma música, ven la mismas series juntos, tienen amigos en común (los que simpatizan, y los que no tanto), pero con la comida... Con la comida no pueden compartir hábitos ni gustos.
Demás está decirlo, pero viene al caso: el organismo de perros y gatos es muy distinto al de los humanos, por lo tanto, no procesarán de la misma manera los alimentos que ingerimos.
Aquí una breve lista de las comidas que no deberías compartir con tu amada mascota:
1. EVITA LOS SUPLEMENTOS VITAMÍNICOS CON LOS GATOS
Como la mayoría de los mamíferos, los gatos necesitan vitaminas para mantener su metabolismo funcionan. Muchos de los que requieren, no pueden ser sintetizados por su organismo, pero sí vienen en algunos alimentos.
Sin embargo, debido a su tamaño, no los necesitan en exceso por lo que sólo es recomendable en bajas cantidades. En los alimentos que se venden en el mercado basta, siempre y cuando sea en dosis balanceadas.
Si abusas o comienzas a darle suplementos, tu gatito/a podría sufrir hipervitaminosis. Su nombre lo infiere: un exceso de vitaminas en su organismo, lo cual es casi decir que podría "envenenarse". Con mucha vitamina A, podrías causarle un fuerte dolor a sus huesos y resequedad en la piel; con demasiada vitamina D, podrías producirle la calcificación de sus tejidos blandos, produciéndole una dolorsa rigidez en sus articulaciones.
2. NI SE TE OCURRA DARLE MARIHUANA
Parece casi ridículo en primera instancia, pero lo apuntamos porque ha sucedido: si bien a las mascotas pueda agradarle el olor del humo de la cannabis al ser fumada, o bien, la planta en sí misma, ésta no le hará nada bien si no es en una dosis regulada y medicinal recetada.
Según las ASPCA (Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales, en español), "la ingesta de Cannabis Sativa por mascotas pueden provocarles depresión en el sistema nervioso central, descoordinación, así como vómitos, diarrea, salivación excesiva, taquicardias e incluiso desmayos y comas".
Un lamentable ejemplo de los efectos en animales, es este Husky Siberiano, quien se comió unos queques hechos con marihuana:
3. LECHE
Puede que tengas la imagen de que los gatos les encanta la leche. La verdad, es que puede que les encante, pero sorpresa: la mayoría de los felinos son intolerantes a la lactosa. No tienen suficientes las enzimas necesarias para procesarle en su sistema digestivo. Esto les puede provocar vómitos, diarrea y un molestoso dolor de estómago.
4. DEFINITIVAMENTE: NO LES DES CHOCOLATE
El café y el chocolate contienen metilaminas teobromina y cafeína, las que pueden tener serios efectos en gatos y perros. Según la ASPCA, su ingesta en animales puede causarles "vómitos, diarrea, sed y jadeo excesivo, hiperactividad, taquicardia, tremor e incluso la muerte".