Es el sueño de cualquiera que quiera adelgazar: perder peso sin tener que pensar en ello.
Y Brian Wansink, director del Laboratorio de Alimentos de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, asegura haber encontrado las claves para adelgazar sin hacer dieta.
Se trata de pequeños cambios en nuestro entorno diario que facilitan que comamos menos. Las recomendaciones están basadas en las investigaciones de Wansink y su equipo, plasmadas en el libro Slim by Design ("Delgados por diseño).
El experto cree que nuestras vidas son demasiado ajetreadas, y nuestra fuerza de voluntad demasiado débil, como para lograr perder peso a través de un intento consciente y continuado.
Lo mejor es incorporar una serie de cambios que nos hagan comer menos sin esfuerzo.
BBC Mundo te presenta algunos de los trucos para lograrlo.
1- Sirve la comida desde los fogones, lejos de la mesa.
Este pequeño truco te ayudará a comer un 19% menos de media (el cambio es mayor en caso de los hombres).
La razón, según el experto, es que si la comida se sirve y se deja encima de la mesa, es probable que alguno de los comensales (en general, el que haya terminado primero) repita plato.
2- Guarda los cereales en el armario y coloca los más sanos por delante del resto.
Una persona que mantiene los cereales a la vista pesa, de media, unos 9,5 kilos más que la que no lo hace.
"Lo curioso es que en el caso de las galletas o de los dulces la diferencia no es tan grande", le explica Wansink a BBC Mundo.
Esto es así porque la gente suele saber que estos productos no son muy sanos y tiende a limitar su consumo, mientras que los cereales, en general, se perciben como un producto sano que no engorda tanto. Por eso hay que esconderlos.
3- Pon las frutas y las verduras en la parte más a la vista del refrigerador.
Este hábito te ayudará a comer tres veces más de este tipo de alimentos. La idea es dejar los alimentos más calóricos en los cajones más bajos que son menos visibles, para tener menos antojos.
4- Si bebes vino, mejor tinto y en vaso corto
Las personas nos centramos más en la altura del líquido que en la anchura a la hora de medir la cantidad.
De media, se sirve un 12% menos de vino en un vaso de vino blanco, que suele ser más corto, que en uno de vino tinto.
Además, tendemos a beber menos vino si es tinto. La razón es que el color del líquido lo hace más visible y, por tanto, somos más conscientes de la cantidad que nos servimos.
"Bebemos un 10% menos de media en el caso del vino tinto", destaca el experto.
5- En los restaurantes, siéntate cerca de la puerta.
Los comensales que se sientan más lejos de la puerta de entrada comen menos ensalada y tienen una probabilidad un 73% mayor de pedir postre.
Al sentarse más atrás, los comensales suelen estar más cerca de la cocina y ven con más frecuencia a los camareros llevar los postres a otras mesas, lo que les hace tener más ganas de pedirlos.
Wansink cree también que otra razón es que los comensales que se sientan cerca de la puerta "ven a la gente fuera" y esto les hace ser conscientes de su propio aspecto y pedir algo más saludable.
6- Recorre todo el pasillo del supermercado
Cuando vamos al supermercado, tenemos una probabilidad un 11% mayor de comprar la primera verdura que vemos con respecto a la tercera.
Por eso, Wansink recomienda que recorramos todo el pasillo y así, ampliaremos la variedad de nuestra dieta.
7- Divide el carro de la compra en dos partes, con las frutas y las verduras al frente y el resto detrás.
Esto hace que pienses más en lo que estás poniendo en el carro y te llevará a comprar un 23% más de verduras.
El 61% de todo lo que compras está más o menos a la altura de los ojos.
8- En la oficina, guarda los dulces en un bote opaco y tapado
De esta forma, harás que estén menos accesibles. La gente que deja los dulces encima de la mesa de la oficina tiende a pesar un 6,8 kilos más que el resto.