No te preocupes: no es 1 de enero y no vamos a animarte a apuntarte a un gimnasio como propósito para el nuevo año.
Pero, si te has apuntado a uno, quizás necesites algunos consejos para empezar.
Los gimnasios pueden ser un poco intimidantes la primera vez, con todas esas máquinas y esa gente que parece estar tan en forma y feliz con su cuerpo.
¡Pero no te dejes vencer por la frustración! Esta es una pequeña guía para orientarte en este mundo nuevo.
1. Ten claro qué buscas
Es obvio, pero por ello no deja de ser importante. Si has decidido empezar a ir al gimnasio, debes pensar antes cuáles son los objetivos que quieres conseguir.
Será en función de ellos que podrás medir tus progresos, o que los técnicos podrán ayudarte.
Es distinto entrenar para bajar de peso que para ganarlo, o para tener más musculatura.
Si quieres perder peso, tendrás que hacer ejercicios aeróbicos que hagan trabajar a tu sistema respiratorio.
Si lo que quieres es definir más tu cuerpo, tendrás que trabajar la masa muscular y combinar esto con ejercicio aeróbico para eliminar la grasa sobrante.
Quizás sólo quieras relajarte y desconectar mentalmente al salir del trabajo.
Sea cual sea tu objetivo, lo importante es que lo tengas claro y que seas realista.
2. Evalúa tu dieta
Todos los expertos están de acuerdo en que el éxito del ejercicio depende en gran medida de acompañarlo de una buena dieta.
"Así de claro te lo digo: una buena alimentación supone más del 60% de éxito de un programa para mejorar el estado físico", explica Juan Francisco Marco, profesor del centro de ciencia deportiva, entrenamiento y fitness Alto Rendimiento, en España.
Marco recomienda buscar la ayuda de un nutricionista o de un médico experto para que establezcan unas pautas de alimentación adecuadas a la actividad.
En general, se recomienda una dieta con ingesta mayoritaria de proteínas, moderada de carbohidratos y baja en grasas.
Así, lograrás un mejor rendimiento.
3. Busca el consejo de un profesional
Aunque en muchos gimnasios verás a gente que se entrena sola, esto no es recomendable, sobre todo si es la primera vez.
Busca la experiencia de un instructor porque es el más capacitado para elaborar un plan de entrenamiento adaptado a tus necesidades.
"No caigas en el error de no dejarte guiar por un instructor", dice Marco.
Lo ideal es contar con la ayuda de un entrenador personal, porque te enseñará a diseñar las rutinas y a ejecutar bien los ejercicios, entre otras cosas.
Además de diseñar el plan de ejercicios, te ayudará a mantener un buen nivel de motivación, algo muy importante para tener éxito en la aventura del gimnasio.
Claro que no es siempre posible. Sin embargo, muchos gimnasios ofrecen ayuda en este sentido cuando te matriculas la primera vez.
4. Equípate
Ir bien equipado al gimnasio es aconsejable. Recuerda llevar una toalla para secarte el sudor y no molestar al resto de usuarios.
También es importante llevar agua, para hidratarte durante el ejercicio.
Esto es crucial y debes beber aunque no tengas sed. Lo mejor es que el agua no esté fría, sino a temperatura ambienteen invierno y un poco fresca en verano.
Además, debes usar ropa cómoda y adecuada a cada estación del año.
"Es muy recomendable llevar un pulsímetro que indique en cada momento la frecuencia cardíaca a la que te estás entrenando", dice Marco.
Si no tienes claro qué ropa debes ponerte, pídele consejo al instructor.
5. Calienta y estira
Esto es algo que cualquier deportista sabe: calentar y estirar es imprescindible para evitar lesiones y para rendir al máximo.
Estira al acabar el entrenamiento: es importante para mejorar la circulación sanguínea, evitar las incómodas agujetas posteriores al esfuerzo y también lesiones a largo plazo.