"¿Y es que no todo el mundo ve así?", le preguntó al neurólogo Peter Goadsby uno de los miembros de su equipo en medio de un estudio.
Acababan de hablar con una docena de personas que participaban en el estudio sobre la manera como veían.
"No", le contestó Goadsby.
"Pues yo sí", respondió el joven.
Según le dijo Goadsby a la BBC, la reacción de su colega no es rara.
Antes de que te extrañes, ponte a pensar que aunque es muy fácil saber cómo otra persona se ve, es imposible saber cómo otra persona ve... a menos que se investigue puntualmente, que era precisamente lo que ambos estaban haciendo.
Pero, ¿qué estaban estudiando?
Nieve visual, un trastorno sobre el que Goadsby es una autoridad mundial.
¿Nieve visual?
"Consiste en la visión constante de puntos blancos y negros en la totalidad del campo visual, que simula la visión a través de un filtro granulado o, como muchos pacientes refieren, simula la visión de la pantalla de un televisor encendido pero no conectado a la antena, también conocido como ruido blanco", explica el doctor Enrique Santos Bueso, de la Unidad de Neurooftalmología del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos (IdISSC), Madrid, España.
Lo que quizás puede seguir siendo difícil de entender es lo que le pasó al colega de Goadsby: si veía el mundo como si estuviera constantemente en medio de una tormenta de nieve, ¿cómo no se dio cuenta?
"Es una de las historias típicas", explica Goadsby.
"Hay gente que nace con el trastorno. Más o menos un 25% de los pacientes que hemos atendido ha vivido con el síndrome desde que tienen memoria. Sólo se enteran cuando llega el momento en el que -por ejemplo- le preguntan a alguien '¿no ves eso?'".
"A uno no se le ocurre que no todos ven como uno ve".
Algo que ilustra una entrega del blog The Edigator News, cuyo tono refleja la estupefacción que sentiríamos muchos si nos enteráramos de repente de algo así:
Nieve visual, ¿o qué no todos tienen estática en los ojos?
Pues resulta que ayer me enteré que existe una cosa llamada Visual Snow o Nieve Visual, y que yo siempre la he tenido.
* Para empezar, siempre hay estática frente a mis ojos, como las teles antiguas, entonces eso hace que me cueste enfocar la vista, reconocer caras fácilmente (si estás frente a mí y no me hablas, posiblemente no sé quién eres)...
El largo camino de los pacientes
Además de que a veces es difícil darse cuenta de que uno padece de nieve visual, después de ser consciente de que hay algo que no está en regla, el camino generalmente es largo hasta llegar al especialista indicado.
La situación afecta tanto a los pacientes como a quienes están estudiando el trastorno, entre ellos Peter Goadsby, quien es profesor de Neurología y director del Instituto Nacional para la Investigación Sanitaria Wellcome Trust en King's College, Londres.
"Si un paciente tiene un problema de visión, probablemente va a ver a unoftalmólogo. Le hacen una serie de pruebas y encuentran que no hay nada anormal. Entonces, posiblemente lo refieran a un neurólogo, pues los ojos están conectados al cerebro. El doctor de cerebros le hace un escáner, lo examina y le dice que todo está bien.
"Y finalmente, desafortunadamente para algunos pacientes, el siguiente nivel es ir al psiquiatra", relata Goadsby.
La razón por la que el experto se fue convirtiendo en una autoridad en nieve visual fue porque "como sufro de migraña, entiendo la idea de que uno puede tener una perturbación visual que es muy problemática y puede ser discapacitante, pero que después todo vuelve a la normalidad y no se ve nada raro en el cerebro".
"Por eso me mandaban este tipo de pacientes. Sin embargo, lo que describían no era nada parecido al aura de la migraña".
En cualquier caso, gracias a eso, ha podido atender a más de mil pacientes con la misma perturbación de la visión.
Cuando finalmente llegan a consultarlo, ¿qué les pueden decir?, ¿se mejorarán?
"Puedo decirles una cosa que casi seguramente es cierta: 'no vas a perder la vista'".
¿Cuál es la causa?
"Estamos en una etapa muy temprana. Hace 15 años ni siquiera estaríamos hablando de esto pues nadie estaba de acuerdo; la nieve visual ni siquiera había sido aceptada universalmente como 'trastorno'", le explicó a la BBC Goadsby.
"Pero yo he visto tanto a un chico de 7 años como a un hombre de 70 con esto; he visto a gente en Estados Unidos, en Reino Unido; he visto gente que la describe en India, Australia, China... todos la describen de la misma forma".
Eso llevó a Goadsby a concluir que, aunque se active de maneras distintas, debe haber un mecanismo subyacente común.
"No sabemos suficiente sobre la historia natural de la nieve visual pero sabemos que hay cosas que no se deben hacer. Uno de los ejemplos más obvios es no usar drogas alucinógenas, que pueden producir algo similar. De hecho, antes se pensaba que todos los que sufrían de esto debían haber usado ese tipo de drogas en algún momento", señala Goadsby.
"Desde el punto de vista terapéutico, estamos mal pues aún no entendemos la fisiología. Aunque tenemos una pista", reveló.
"Encontramos que en un área en la parte de atrás del cerebro, hay una estructura particular que es más activa metabólicamente y recibe un flujo de sangre mayor en quienes sufren de nieve visual".
Eso podría indicar que esa parte del cerebro no está lo suficientemente inhibida o demasiado excitada.
"Cuando entendamos bien la investigación, sabremos qué camino seguir".
No obstante, ya se logró algo que Goadsby considera muy importante: "tenemos una descripción que ha sido aceptada, y la publicamos en una de los grandes publicaciones de neurología llamada Brain".
Y no, no se trata de vanidad.
Se trata de "poderle decir a quienes acuden al consultorio 'te entiendo y sé que no estás loco -al menos no más que yo-. Y entiendo que es un problema serio para ti, que es incapacitante'", explica Goadsby.
"Eso es muy importante", subraya.